Señor Presidente:
Ante todo quisiéramos reconocer su compromiso como Presidente de la Asamblea General con el proceso de reforma del Consejo de Seguridad.
Aprovechamos la ocasión para trasladar a los embajadores Kaha Imnadze y Lana Nussseibeh, Representantes Permanentes de Georgia y de Emiratos Árabes Unidos, respectivamente, la plena cooperación de Cuba para lograr progresos en nuestras labores.
Reconocemos los esfuerzos realizados por los Co-presidentes durante el período de sesiones anterior, los Representantes Permanentes de Rumanía y de Túnez.
Señor Presidente:
No escapa a ninguna delegación que el tema de la ampliación de la membresía del Consejo de Seguridad y otros asuntos tales como sus métodos de trabajo, bajo distintas denominaciones de consultas, intercambios y ahora más recientemente como negociaciones intergubernamentales, rebasan ya los 25 años.
Algunos resultados se han logrado de forma preliminar en fecha reciente, pero digámoslo con claridad, han sido resultados en extremo limitados, que no abordan los asuntos fundamentales, sobre los cuales siguen existiendo amplias diferencias.
Si no se realiza un profundo esfuerzo negociador sobre los asuntos capitales, podremos volver a esta Asamblea al cabo de otros 25 años sin resultados satisfactorios.
Señor Presidente:
El proceso de reforma del Consejo de Seguridad debe realizarse de forma amplia, incluyendo todos los asuntos sustantivos, entre otros la cuestión de la membresía, representación regional, su agenda, sus métodos de trabajo y el proceso de toma de decisiones, incluyendo el tema del veto y debe realizarse de manera que encuentre la más amplia aceptación posible de los Estados Miembros.
La reforma debe asegurar que la agenda del Consejo refleje las necesidades e intereses tanto de los países en desarrollo como de los países desarrollados y con un objetivo racional, no selectivo y de una manera no arbitraria.
Sobre la representación regional, el tamaño de la ampliación del Consejo de Seguridad y las categorías de miembros.
Como lo hemos expresado, Cuba concede gran importancia al tema de la representación regional, debido a que la composición actual del Consejo de Seguridad no refleja las realidades geopolíticas y por tanto, necesita ser reequilibrado. No hay duda alguna que los países en desarrollo están sub-representados en el Consejo. Este hecho socava los intereses del Consejo, su autoridad y credibilidad.
En virtud de lo anterior, el principal objetivo de la ampliación del Consejo debe ser la rectificación de la insuficiente representación de países en desarrollo de África, Asia y América Latina.
Señor Presidente:
La expresión numérica de la ampliación siguiendo el criterio de las categorías, a juicio de la delegación cubana, debería representar un incremento de nuevos miembros permanentes de dos países de África, dos países en desarrollo de Asia y dos países de América Latina y el Caribe.
El crecimiento en cuanto a los miembros no permanentes, estimamos que debe ampliarse a un total, al menos de 15 miembros.
Los nuevos miembros permanentes deben tener exactamente las mismas prerrogativas y derechos que los actuales, sin que se establezcan criterios selectivos o discriminatorios. Cuba se pronuncia por que desaparezca el obsoleto y antidemocrático derecho de veto. De no desaparecer de forma inmediata, los nuevos miembros permanentes deben tener también esa prerrogativa.
De no ampliarse la categoría entre la representación de países desarrollados y países en desarrollo en el Consejo; el Consejo sería aún menos representativo, y por tanto, menos legítimo y efectivo.
Cuba no favorece la creación de nuevas categorías o sub-categorías de miembros. Las nuevas categorías incrementarían las diferencias existentes y estimularían la división entre los miembros del Consejo de Seguridad, en lugar de contribuir al mejor funcionamiento del mismo.
Cuba defiende que la ampliación del Consejo debería alcanzar, no menos de 26. Solo con esa cifra la proporción entre miembros del Consejo de Seguridad y la de Estados miembros de la ONU se acercaría a la proporción que tenía al ser fundada la Organización.
Cuba no apoyará ninguna ampliación parcial o selectiva, ni ningún aumento de la composición de los miembros del Consejo, que vaya en detrimento de los países en desarrollo
Respecto a los métodos de trabajo del Consejo:
Sobre la presentación del informe anual del Consejo a la Asamblea General, Cuba lamenta que dicho informe siga siendo una mera reseña descriptiva de las reuniones, actividades y decisiones del Consejo, cuando la gran mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas hemos reiterado la necesidad de la presentación de un informe anual exhaustivo y analítico sobre los trabajos de este órgano.
Reiteramos que el Consejo de Seguridad en el desempeño de las funciones que impone su responsabilidad primordial en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, conferida en la Carta de las Naciones Unidas, actúa a nombre de todos los Estados miembros y, por tanto, debe cumplir con la obligación establecida en los artículos 15 y 24 de la Carta, de presentar informes especiales sobre su actuación para la consideración de la Asamblea General.
Señor Presidente:
Cuba reitera su preocupación por la falta de transparencia y democracia del Consejo de Seguridad.
Si bien en el período más reciente hubo un incremento del número de reuniones públicas y un proceso inédito de consultas e intercambios con los Estados miembros durante el proceso de selección y nombramiento del Secretario General, continúa la tendencia del Consejo a trabajar, fundamentalmente, en formatos cerrados y a tomar decisiones sin atender a las preocupaciones de los miembros no permanentes. En la actualidad el Consejo de Seguridad no es transparente, ni democrático, ni representativo.
Se requieren cambios urgentes en sus métodos de trabajo que permitan una verdadera participación de todos sus miembros en sus labores y en el proceso de toma de decisiones. Ello incluye la formalizacion de su reglamento, que sigue siendo provisional desde hace más de 70 años.
En ese sentido, Cuba propone nuevamente que las consultas a puertas cerradas en el Consejo de Seguridad sean Ia excepción.
Señor Presidente:
Además de un cambio en los métodos de trabajo y la composición de los miembros del Consejo de Seguridad, este órgano debe ajustar sus funciones al mandato establecido en la Carta y respetar todas las resoluciones de la Asamblea General, principal órgano de deliberación, adopción de políticas y representación de las Naciones Unidas.
La tendencia del Consejo de Seguridad a considerar temas y a asumir funciones que no le corresponden, usurpando el papel asignado a otros órganos, particularmente a la Asamblea General, debe cesar. Subrayamos la necesidad de lograr un adecuado equilibrio entre los órganos principales de las Naciones Unidas, conforme a la Carta.
No será efectiva ni real una reforma de la Organización de las Naciones Unidas, como la que se está promoviendo actualmente el Secretario General, sin un profundo proceso de reforma del Consejo de Seguridad. Se requiere lograr con urgencia un órgano verdaderamente transparente, representativo, democrático y eficiente.
Muchas gracias.