Sra. Presidenta,
Mi delegación se adhiere a la intervención de El Salvador en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Históricamente los pueblos indígenas han sido sometidos a graves violaciones de sus derechos, a brutales prácticas de discriminación, al saqueo de sus recursos y al genocidio.
Como se reconoce en el Informe de la relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre los Derechos de los Pueblos indígenas, a esos pueblos se les ha desposeído de sus tierras territorios y recursos, se les ha sometido a toda forma de asimilación o integración forzada; se les ha privado de bienes culturales, intelectuales, religiosos o intelectuales; se les ha desposeído de sus medios de subsistencia y se les ha privado del desarrollo, la utilización o la explotación de sus recursos minerales, hídricos o de otro tipo.
Debe reconocerse que se han logrado avances en la aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, particularmente en cuanto a un conocimiento más amplio de este Instrumento a nivel internacional; se han dado pasos de avance en la promulgación de leyes dirigidas a proveer mayor protección social a las comunidades originarias y algunos países aplican medidas dirigidas a proteger el derecho de las comunidades indígenas a mantener sus propias instituciones, identidad cultural y tradiciones espirituales.
Sin embargo, diez años después de la aprobación de la Declaración, muchas comunidades originarias en el mundo aún enfrentan situaciones de violencia, racismo, marginación, grandes desventajas económicas y sociales, extrema pobreza y despojo de sus tierras.
El propio Informe de la Relatora Especial así lo reconoce, cuando señala que los progresos en la aplicación de la Declaración han sido limitados.
Sra. Presidenta,
Todas las culturas tienen el derecho de preservar las prácticas tradicionales inherentes a su identidad. Es en este sentido que reafirmamos el derecho de los pueblos indígenas a preservar sus propias instituciones y tradiciones espirituales, sin discriminación.
Reiteramos nuestro apoyo al derecho del Estado Plurinacional de Bolivia a defender y proteger el masticado de la hoja de coca como tradición de sus comunidades originarias. Bolivia es ejemplo para el mundo en materia de promoción y protección de los derechos de sus comunidades originarias. La Constitución Política de ese Estado es uno de los documentos más completos en materia de reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, incluido su derecho a la libre determinación y al autogobierno, lo cual ha sido reconocido por las Naciones Unidas, a través del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas.
Cuba respalda las acciones dirigidas a armonizar las políticas de conservación de zonas protegidas con el respeto a los valores ancestrales de los pueblos indígenas.
Se han de tomar medidas para proteger los derechos de esas comunidades sobre sus conocimientos tradicionales y ancestrales y para evitar que dichos conocimientos sean vulnerados por parte de terceros, a través de registros que no reconozcan su titularidad. Abogamos por la promoción de la participación justa y equitativa de los pueblos indígenas en los beneficios que se deriven de la utilización de sus conocimientos.
Cuba reitera su firme respaldo a los justos reclamos de los pueblos indígenas e insta a la comunidad internacional a mostrar mayor voluntad política para promover acciones concretas que permitan su efectiva materialización, así como el disfrute por esas comunidades de todos sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.
Muchas gracias.