Sra. Presidenta:
Mi delegación se adhiere a la intervención de Egipto a nombre del Grupo de los 77 más China y respalda la Declaración de Santo Domingo, adoptada en la Consulta Regional previa a esta sesión de la Comisión de la Mujer.
El tema prioritario de esta sesión tiene una significativa importancia en aras de buscar alternativas viables que contribuyan a transformar la realidad en que siguen viviendo millones de mujeres en el mundo, en particular las rurales.
Reafirmamos las palabras de nuestro Presidente Raúl Castro Ruz expresadas en la Conferencia de Líderes Globales sobre igualdad de Género y empoderamiento de las mujeres celebrada en esta sede en septiembre del 2015, cuando expresó: “Para avanzar hacia la plena igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es preciso ante todo un orden internacional justo y equitativo, que erradique la pobreza y el hambre, ponga fin a los conflictos bélicos, privilegie al ser humano por encima del capital y preserve el medio ambiente”.
Sra. Presidenta
En Cuba, la atención a las zonas rurales constituye una prioridad. En nuestros planes de desarrollo integral a nivel nacional las zonas rurales están incorporadas de forma tal que no existe en su marco jurídico-legal ningún tipo de discriminación por concepto de género, que impida a las mujeres rurales empoderarse como seres humanos en igualdad de derechos con los hombres.
Las mujeres rurales cubanas muestran avances incuestionables en la educación, la salud; disfrutan de derechos sexuales y reproductivos, servicios de planificación familiar y de una avanzada Ley de Maternidad que posibilita el disfrute de una licencia pre y post parto, hasta el primer año de vida del infante, a la cual puede acogerse cualquier miembro de la pareja y que recientemente se ha extendido a los abuelos que sean trabajadores.
En la actividad agroalimentaria en Cuba laboran más de 200 mil féminas, dentro de ellas campesinas, trabajadoras agrícolas y técnicas, que ofrecen su aporte diario a la producción de alimentos, a la mejora de especies y a todo lo que contribuya a generar una seguridad y soberanía alimentaria, con el debido cuidado y preservación del medioambiente.
La Constitución cubana garantiza la propiedad sobre la tierra sin ningún tipo de discriminación por razón de género. Por otra parte, con la adopción del Decreto Ley No. 300, el cual estable regulaciones de acceso de personas individuales a tierras en usufructo, miles de mujeres resultaron beneficiadas. Partiendo del principio de la necesidad de incrementar la producción de alimentos, a más de 20 mil mujeres se les ha otorgado la posesión de la tierra, con pleno acceso a créditos, asistencia técnica y otras oportunidades, lo que les posibilita el manejo, control y administración de ésta, de los recursos y el desarrollo de principios ambientalistas.
Actualmente se llevan a cabo Planes y Programas Conjuntos entre los Ministerios de la Agricultura, la Industria Azucarera, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), con la Federación de Mujeres Cubanas y se han puesto en práctica cursos de capacitación y entrenamiento para impulsar los avances de las mujeres rurales, lograr una mayor incorporación a las diferentes actividades económicas, así como una mayor promoción a niveles de toma de decisión dentro de los diferentes sectores agroalimentarios.
Con gran orgullo mi delegación expresa que, luego de las recién finalizadas elecciones generales en Cuba, la presencia de las mujeres en la Asamblea Nacional asciende a un 53,22 %, siendo el segundo parlamento del mundo con mayor participación femenina.
Sra. Presidenta,
Lo anterior, son solo algunos ejemplos del compromiso del Gobierno cubano con el estricto cumplimiento de los convenios y acuerdos internacionales y regionales asumidos en favor de la mujer.
Todo ello ha sido posible a pesar de la existencia del Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, cual representa un obstáculo para el desarrollo pleno del país y el adelanto de las mujeres; y constituye, además, una forma de violencia directa e indirecta que impacta y entorpece el disfrute de los derechos fundamentales de las cubanas, en particular de las mujeres rurales.
Cuba reitera su voluntad de continuar desarrollando su modelo social basado en la justicia, igualdad y la solidaridad, con estricto apego a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Muchas gracias.
