Señor Presidente:
Agradecemos la celebración de este debate abierto, sumamente pertinente en el contexto de la situación actual de las relaciones internacionales.
Cuba suscribe la intervención realizada por la República Bolivariana de Venezuela a nombre del MNOAL.
Señor Presidente:
La transgresión de los principios del Derecho Internacional universalmente reconocidos, amenaza la paz y la seguridad internacionales.
La amenaza de uso de la fuerza y el uso unilateral de la fuerza contra Estados soberanos, la intervención y las acciones dirigidas a imponer cambios de régimen y medidas coercitivas unilaterales, socaban la normativa internacional, la paz y la seguridad internacionales.
Resulta muy lamentable que el Consejo de Seguridad, por la obstrucción reiterada de uno de sus miembros, no haya podido garantizar el respeto al Derecho Internacional y al Derecho Internacional Humanitario en el examen de la cuestión Palestina, particularmente la masacre cometida por el ejército israelí contra una manifestación política pacífica, que dejó un saldo de decenas de muertos y miles de heridos. Es inaceptable que permanezca impasible cuando se producen acciones unilaterales, como el ataque perpetrado por los Estados Unidos y algunos de sus aliados contra instalaciones militares y civiles en la República Árabe Siria, el pasado 13 de abril.
Desconociendo los compromisos adquiridos y mostrando un profundo irrespeto por las normas internacionales, el gobierno de Estados Unidos anuncia su retirada de acuerdos internacionales relevantes para la humanidad.
Señor Presidente:
Nos corresponde, como Naciones Unidas, la preservación y la defensa del Derecho Internacional.
Cuba reitera su firme compromiso con el respeto al Derecho Internacional refrendado en los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas; al multilateralismo y al sistema internacional que hemos construido en el marco de las Naciones Unidas.
Los principios del Derecho Internacional consagrados en la Carta, fundamentalmente: la igualdad soberana entre los Estados; el respeto a la soberanía nacional, la integridad territorial y la independencia política de los Estados; la no intervención en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados; abstenerse de recurrir a la amenaza o uso de la fuerza y la solución pacífica de controversias, como se recoge en la Declaración sobre los Principios del Derecho Internacional referentes a las Relaciones de Amistad y Cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, deben continuar siendo el fundamento básico de la legalidad internacional y guiar, en todo momento, la actuación de los Estados y el desarrollo del Estado de Derecho.
El cumplimiento riguroso de estos principios y de las obligaciones internacionales contraídas, es la esencia de la promoción del Derecho Internacional.
Cuba rechaza las tentativas de aplicación de conceptos no reconocidos universalmente y que se pretenden erigir en principios del Derecho Internacional como: “soberanía limitada”, “intervención humanitaria”, “guerra preventiva” y “responsabilidad de proteger frente a crímenes atroces”, utilizados en virtud de agendas de dominación para encubrir acciones intervencionistas y agresivas.
Señor Presidente:
La promoción y el fortalecimiento del Derecho Internacional parten del reconocimiento y respeto pleno al derecho soberano de los pueblos a elegir su sistema político, económico, social y cultural; a crear las instituciones jurídicas y democráticas más afines con sus intereses sociopolíticos y culturales, y del reconocimiento de estas instituciones por la comunidad internacional.
El intento de imponer leyes e instituciones en virtud de determinados cánones preconcebidos en los centros de poder, la promulgación y aplicación de leyes extraterritoriales, el ejercicio políticamente motivado de la jurisdicción de tribunales nacionales o internacionales y, la manipulación y dobles raseros en temas de importancia global, no sólo desvirtúan la normativa existente, sino que la hacen inaplicable.
Cuba condena todo intento de suplantar o reemplazar a las autoridades nacionales en su empeño de fortalecer sus respectivos ordenamientos políticos, económicos y jurídicos y el funcionamiento de sus instituciones.
Toda iniciativa de Naciones Unidas encaminada a fortalecer las instituciones nacionales debe respetar los propósitos y principios de la Carta; atenerse al marco del mandato aprobado; cumplir con los principios de neutralidad, imparcialidad, consentimiento del Estado, titularidad nacional, y sin mediar condicionamiento o presión política alguna.
Señor Presidente:
La reforma de las Naciones Unidas encaminada a lograr una Organización realmente democrática y participativa, con un Consejo de Seguridad transparente y democratizado, y una Asamblea General revitalizada, con un papel y peso centrales y que acompañe a los Estados en la construcción soberana del futuro que decida para sí cada nación, es componente esencial para garantizar la preservación del Derecho Internacional.
Tanto a nivel nacional como internacional, se requiere de sistemas de normas e instituciones que garanticen la participación plena de los pueblos y de cada ser humano en la adopción de aquellas decisiones que les afectan, y en la aplicación de programas y políticas dirigidas a la promoción y consolidación de la equidad y la justicia social; así como la materialización de todos los derechos para todos los pueblos y personas.
Cuba reitera su compromiso ineludible a seguir trabajando junto a otros Estados Miembros y las Naciones Unidas, en pro del establecimiento de un orden internacional democrático y justo, que responda al reclamo de paz, desarrollo y justicia de los pueblos de todo el mundo y que garantice la preservación y fortalecimiento del derecho internacional.
Seguiremos promoviendo la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, reclamando que los Estados miembros de la comunidad internacional respeten plenamente esta Declaración en sus relaciones con los Estados miembros de la CELAC.
Muchas Gracias