Señor Presidente:
Apoyamos plenamente la declaración formulada por Indonesia en nombre del Movimiento de Países No Alineados.
Mientras en el mundo 700 millones de personas son extremadamente pobres; 815 millones de seres humanos padecen hambre crónica; 5 millones de niños mueren en un año por enfermedades prevenibles o curables y 758 millones de adultos son analfabetos; los principales productores de armas desarrollan armas convencionales cada vez más sofisticadas y mortíferas, elevando los gastos militares mundiales a 1,7 millones de millones de dólaresy atentando contra la estabilidad, la seguridad y la paz internacionales.
Los recursos que hoy se destinan para hacer la guerra deben dirigirse a la eliminación de la pobreza extrema y el hambre.
Debe cesar también el doble rasero en la esfera del desarme. Los principales productores de armas convencionales de efectos devastadores, además de profundizar el marcado desequilibrio en cuanto a la producción, posesión y comercio de estas armas, tratan de obstaculizar a los países en desarrollo, incluido a través de la normativa internacional, la adquisición y empleo, con fines de legítima defensa, de ciertos tipos de armas convencionales, mucho menos sofisticadas, entre ellas las armas pequeñas y ligeras. Debe respetarse el derecho legítimo de los Estados a fabricar, importar y conservar armas convencionales para atender a sus necesidades de seguridad y legítima defensa, de conformidad con el Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas.
Cuba reitera que la mayor prioridad debe estar en la regulación y limitación de las armas convencionales más sofisticadas y destructivas, que ocasionan la mayoría de las víctimas inocentes en las guerras modernas.
Señor Presidente:
Cuba concede alta prioridad a la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales y cumple estrictamente con sus disposiciones y las de los Protocolos Anexos I, II (original), III, IV y V, de los que nuestro país es Estado Parte.
Abogamos por la adopción, lo antes posible, de un Protocolo que prohíba las armas letales autónomas, también denominadas “Robots Asesinos”, antes de que comiencen a producirse en gran escala y desplegarse.De igual forma, son necesarias regulaciones para el uso de las armas con cierta autonomía. Hacemos un llamado a regular los drones militares de ataque, que están provocando un elevado número de víctimas civiles.
Señor Presidente:
Cuba reafirma que el Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos, aprobado por la Asamblea General de la ONU, es el referente internacional principal para hacer frente al tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras.
El delicado equilibrio del Programa de Acción no debe ser afectado por la promoción de sinergias artificiales con otros instrumentos de naturaleza y alcance diferentes, que no cuentan con consenso.
Reiteramos que las ambigüedades, desbalances y limitaciones del Tratado sobre Comercio de Armas, atentan contra su efectividad y eficacia. Dicho Tratado confiere privilegios a los Estados exportadores de armas convencionales, en detrimento de los legítimos intereses del resto de los Estados, incluyendo en materia de defensa y seguridad nacional.
El Tratado sobre Comercio de Armas establece parámetros subjetivos, fácilmente manipulables, para la aprobación y denegación de transferencias de armas e, injustificablemente, no prohíbe la transferencia de armas a los actores no estatales no autorizados, a pesar de que son la principal fuente de tráfico ilícito de armas.
Reiteramos que para erradicar el tráfico ilícito de las armas pequeñas y ligeras, hay que atender y enfrentar las profundas causas socioeconómicas que lo generan. Se requiere además que la cooperación internacional y la asistencia se ajuste a las necesidades nacionales del Estado.
Cuba continuará trabajando de forma activa y constructiva de cara a la Tercera Conferencia de Revisión del Programa de Acción de Naciones Unidas para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras.
Muchas gracias.