Señor Presidente:
Nuestra delegación se asocia a la declaración hecha por El Salvador en nombre de la CELAC y en capacidad nacional deseamos resaltar los siguientes elementos.
La prevención del delito sigue siendo una tarea de primer orden en la actual coyuntura internacional. Todos los países, con independencia de sus características socio-económicas, son vulnerables a las diferentes manifestaciones del delito, incluidas sus formas emergentes.
La trata de personas a nivel trasnacional, el narcotráfico, las operaciones de lavado de dinero, el contrabando de armas o el terrorismo requieren, para su enfrentamiento, de una sólida cooperación internacional, sobre la base del pleno respeto a la soberanía, la integridad territorial de los Estados y en correspondencia con las legislaciones nacionales. Ello es esencial para prevenir y combatir eficazmente estos flagelos, como bien se reconoce en la Convención de Palermo y sus protocolos.
Cuba reconoce el papel central que desempeña la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito como centro de las discusiones sobre estos temas en el marco de las Naciones Unidas. La Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal y la Comisión de Estupefacientes deben continuar desempeñando su labor sin menoscabo de sus funciones ni duplicidad por otros foros, que vaya en detrimento de la autoridad de estas.
Mi delegación apoya el establecimiento de un Mecanismo de Examen para la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus protocolos con características similares al establecido para la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción; en particular se debe velar por su naturaleza intergubernamental, que no genere rankings entre países, sea de carácter cooperativo y no punitivo y se base en procedimientos de evaluación entre pares.
Concedemos vital importancia a los Congresos sobre Prevención del Delito, en tanto son marcos que han facilitado el intercambio de información y de buenas prácticas entre Estados y profesionales vinculados a esta esfera, y por su impacto en la prevención del delito y la justicia penal a nivel internacional.
El enfrentamiento al delito no garantiza por sí solo su erradicación. La lucha contra el subdesarrollo y por el establecimiento de un orden internacional más justo, democrático y equitativo debe ir aparejada para lograr sociedades más justas y más inclusivas.
Señor Presidente:
El abuso y la dependencia de las drogas, no es sólo un serio problema para la salud de las personas, sino una amenaza a la seguridad y el progreso económico y social. El costo de este flagelo es enorme, pues reproduce los ciclos de pobreza, violencia, diversas conductas criminales y exclusión social. En consecuencia, creemos que este problema debe abordarse de modo integral, equilibrado y multidisciplinario, en el que la cooperación internacional juega un papel fundamental.
El principio de responsabilidad común y compartida es hoy más importante que nunca. Será muy difícil resolver la producción y tráfico desde el Sur empobrecido, sin eliminar la demanda en el Norte desarrollado. No se solucionará el problema militarizando países o arrasando campesinos. Tampoco legalizando las drogas, ni asumiéndolas como inofensivas sustancias.
De manera consistente, hemos planteado en Naciones Unidas que debemos ser cuidadosos y evitar el empleo de términos ambiguos, cuya definición y alcance no queden claros para todos los Estados miembros, tal es el caso de los llamados “nuevos enfoques”. En ese sentido, Cuba no favorece el surgimiento de términos y acciones cuyas implicaciones o trasfondos puedan lacerar el régimen actual de fiscalización y control de drogas. Apoyamos el marco jurídico imperante en esta materia y lo estipulado en las tres Convenciones internacionales sobre el tema y destacamos la importancia de la Comisión de Estupefacientes como principal órgano de las Naciones Unidas para el tratamiento del Problema Mundial de la Drogas.
Señor Presidente:
Cuba, a nivel nacional, tiene una política de tolerancia cero ante la producción, el consumo y tráfico de drogas. Cumplimos todas las obligaciones internacionales en materia de lucha y colaboración internacional contra el crimen organizado, con un destacado historial en el enfrentamiento de los delitos de mayor incidencia, como el terrorismo internacional, el tráfico de droga, el lavado de dinero, la piratería, la trata de personas, entre otros. Todos estos delitos están regulados y penalizados en la legislación cubana vigente.
Cuba es Estado Parte en los 16 instrumentos internacionales en materia de lucha contra el terrorismo y contamos con una ley general contra actos terroristas.
Como hemos denunciado en ocasiones anteriores, 3 mil 478 de ciudadanos cubanos han perdido la vida y otros 2 mil 99 han quedado mutilados por actos terroristas contra Cuba durante más de medio siglo. Varios de los responsables confesos de esos actos viven con impunidad en los Estados Unidos
Jamás el territorio cubano se ha utilizado ni se utilizará, para organizar, financiar o ejecutar actos terroristas contra ningún país. Reiteramos nuestra disposición a cooperar con cualquier Estado, en la prevención y el enfrentamiento al terrorismo sobre la base del respeto mutuo, la igualdad soberana y los principios y normas del Derecho Internacional.
Señor Presidente:
Recientemente la Asamblea General, en reunión de Alto Nivel, evaluó la implementación del Plan de Acción Mundial de las Naciones Unidas para combatir la Trata de Personas. En Cuba existe una prevalencia muy baja de este fenómeno. En febrero del presente año Cuba aprobó el Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas para el periodo 2017-2020, que coordina la actuación del Estado y las organizaciones de la sociedad civil en la aplicación efectiva de la política de tolerancia cero a la trata.
En abril pasado, recibimos la visita de la Relatora Especial sobre trata de personas, especialmente mujeres y niños, Sra. Maria Grazia Giammarinaro, quien pudo constatar de primera mano la realidad del país en este tema.
Sr. Presidente:
La práctica de producir informes unilaterales de calificación a otros Estados, resulta inadmisible y debe ser abolida.
Cuba reitera su compromiso inquebrantable de continuar combatiendo el crimen transnacional organizado en todas sus manifestaciones y el problema mundial de las drogas y sus delitos conexos.
Muchas gracias.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.