72 AGNU: Intervención de la delegación de Cuba, en el debate de la Tercera Comisión, del tema 27: Desarrollo Social. Nueva York, 2 de octubre de 2017.

Señor Presidente:

Cuba se adhiere a la declaración de Ecuador a nombre del G-77 y China.

Resaltamos la plena vigencia de la Declaración y el Programa de Acción de Copenhague sobre Desarrollo Social, en los que acordamos que la erradicación de la pobreza era el camino principal para el desarrollo. A 20 años de su  adopción se han logrado algunos avances en la reducción de la pobreza, pero muchos de estos resultados han sido desiguales y aún no nos acercan al éxito en la lucha contra el hambre, la pobreza y la exclusión social, lo cual se señala en los informes que el Secretario General ha presentado bajo este tema de Agenda.

En Copenhague asumimos también el compromiso de poner al hombre en el centro del desarrollo; sin embargo,  resulta vergonzoso que dos décadas después 700 millones de personas vivan en la pobreza extrema,  758 millones de adultos sean analfabetos, 815 millones de personas padezcan de hambre crónica, millones de niños mueran por enfermedades prevenibles y curables.

La erradicación de la pobreza, la promoción del pleno empleo y la integración social son tres pilares para lograr el desarrollo social. Insistimos en la necesidad de implementar políticas públicas que fomenten dichos pilares, tomando en consideración el rol fundamental que juegan los Estados en esta materia, en coordinación con otros actores.

Es indignante que a nivel mundial se invierta en gastos militares 1.7 mil millones de dólares anuales; mientras se incumple con los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo, de recursos financieros nuevos, predecibles y suficientes para promover una genuina cooperación internacional, sin condicionamientos políticos de ningún tipo y claramente orientada a abordar los graves problemas que enfrenta la humanidad. 

Señor Presidente:

Cuba avanza en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con la fuerza moral de haber cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la satisfacción de haber brindado cooperación a otros países en desarrollo en varios sectores, lo que continuaremos haciendo en la medida de nuestras modestas posibilidades. En estas cinco décadas,  325 mil trabajadores de la salud cubanos han asistido a 158 naciones del Sur, incluidos 39 países africanos, en los que laboraron 76 mil colaboradores. También, se formaron en Cuba, gratuitamente,  38 mil médicos de 121 países, de estos, 3 392  de 45 naciones africanas. Todo ello sin exclusión ni condicionamientos

Cuba alcanzó una tasa de mortalidad infantil de 4,1 por cada mil nacidos vivos al cierre del primer semestre de 2017, indicador que constituye una expresión del desarrollo social integral de la nación. Nuestra esperanza de vida al nacer es de 78 años. En el 2015 fuimos el primer país en validar la Eliminación de la Transmisión Materno infantil del VIH-SIDA y la sífilis congénita, cuyas metas exigió disponer de servicios de salud sexual y reproductiva con elevada organización y calidad.

En nuestro país no hay analfabetos, y contamos con un sistema de salud universal, accesible y gratuito para toda la población. Tenemos un programa de vacunación que abarca trece enfermedades, con una cobertura del 100% de los niños. Más de dos tercios del  presupuesto del Estado se destinan a elevar los niveles de educación, salud, seguridad y asistencia social, cultura, deporte, y a la investigación científica y técnica, entre otros sectores.

Se estima que para 2030 en Cuba haya 3,3 millones de personas de 60 años y más. Es por ello que nuestro país ha convertido la atención al adulto mayor en una prioridad, y realiza un trabajo multidisciplinario e intersectorial para garantizar la calidad de vida de este sector de la población.

Cuba tiene diseñada una Política de Juventud con una marcada vocación de beneficio social, la cual enaltece a los jóvenes y los coloca en el centro de su dinámica transformadora. Dicha política favorece la participación de los jóvenes en los procesos de discusión y adopción de decisiones en torno a cuestiones políticas, económicas y sociales del país, así como asegura su representación en las principales estructuras del Gobierno, el Parlamento y otros escenarios decisorios. De igual forma, fomenta su formación técnica y profesional, propicia su  inserción laboral y asegura su integración social.

En Cuba se han implementado desde 1995 a la fecha tres planes de Acción Nacional para la Atención de Personas con Discapacidad. Estos planes constituyen un compendio de estrategias, acciones, propuestas y programas dirigidos a la integración social y la elevación de la calidad de vida de este sector, desde un enfoque multisectorial y coordinado.

En lo que respecta a las cuestiones vinculadas a la familia, Cuba cuenta hoy con 173 Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, cuyo objeto de atención es el seno familiar bajo una filosofía sustentada en orientar y reflexionar, brindar alternativas y estrategias de enfrentamiento a los conflictos familiares y proveer a los ciudadanos de herramientas para el crecimiento humano y social. La esencia está en ayudar oportunamente a la familia en los cambios que necesita dentro de los procesos sociales, desde el principio del respeto a su realidad.

Señor Presidente:

Todos estos resultados se han logrado a pesar de la existencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba por más de medio siglo y que la actual administración norteamericana ha decidido endurecer. Esta política criminal causa daños y privaciones al pueblo cubano, es el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país, afecta a otras naciones por su alcance extraterritorial y continúa perjudicando los intereses de los ciudadanos y las compañías estadounidenses.

Señor Presidente:

Por nuestra propia experiencia, consideramos que sólo concediendo la debida prioridad al desarrollo social, como centro de nuestras políticas públicas, y asumiendo un firme compromiso con la solidaridad y la cooperación genuina entre todos los países, podremos hacer que las metas de desarrollo social de la Agenda 2030 alcancen un contenido real y un impacto positivo y concreto en la vida de millones de seres humanos, para quienes una vida digna y el acceso a servicios y oportunidades básicas sigue siendo una quimera.

Reiteramos que no renunciaremos jamás a la dignidad, a la solidaridad humana y a la justicia social, que son convicciones profundas de nuestra sociedad socialista. Continuaremos compartiendo, en la medida de nuestras posibilidades, el capital humano creado por la Revolución y las mejores experiencias que poseemos.

Muchas gracias.