Gracias señor Presidente:
Transcurridos siete años desde que la Asamblea General adoptara el Plan de Acción Mundial de las Naciones Unidas para Combatir la Trata de Personas, este delito continúa siendo uno de los principales retos que enfrenta la comunidad internacional, y una verdadera ofensa a la dignidad de las personas.
Solo la promoción de una genuina cooperación internacional bajo el estricto respeto del Derecho Internacional y de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, empleando como base la Convención contra el Crimen Transnacional Organizado y su Protocolo correspondiente, hará posible acordar las fórmulas adecuadas para el enfrentamiento a la trata de personas.
La práctica de producir informes unilaterales de calificación a otros Estados, resulta inadmisible y debe ser abolida.
Señor Presidente:
En Cuba existe una prevalencia muy baja de este fenómeno. En febrero del presente año aprobamos el Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas para el periodo 2017-2020, que coordina la actuación del Estado y las organizaciones de la sociedad civil en la aplicación efectiva de la política de tolerancia cero a la trata.
En abril pasado, recibimos la visita de la Relatora Especial sobre trata de personas, especialmente mujeres y niños, Sra. Maria Grazia Giammarinaro, quien pudo constatar de primera mano la realidad del país en este tema.
Somos conscientes de que nos queda por hacer. Sin embargo, la experiencia de Cuba demuestra que es posible tener resultados en el combate a la trata, aún con pocos recursos, bajo un férreo bloqueo y en medio de la creciente complejidad e internacionalización de este delito. Las políticas sociales implementadas a lo largo de casi 60 años de Revolución, la prevención y la participación de toda la sociedad, han sido y serán las claves para el éxito.
Muchas gracias.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.