Señor Presidente:
Nuestra delegación le agradece haber convocado esta reunión para analizar el Informe Anual del Consejo de Seguridad a la Asamblea General en el 2018, contenido en el documento A/73/2.
Es de lamentar que por tercera ocasión consecutiva, el Consejo de Seguridad se retrasa en la discusión y aprobación de su Informe anual para su consideración por la Asamblea General, en el plazo establecido.
Los retrasos en la publicación del Informe Anual y que no se haya emitido ni dado a conocer en el tiempo y la forma adecuados y oportunos, afectan sigificativamente la capacidad de la Asamblea para atender y examinar en profundidad la labor del Consejo de Seguridad, conforme con las disposiciones de la Carta y la de los Estados miembros para participar a cabalidad en este proceso.
Por otra parte, el contenido del Informe presentado no facilita un ejecicio de verdadera rendición de cuentas del Consejo de Seguridad a la Asamblea General.
Nuevamente, el Informe es una mera reseña descriptiva de las reuniones, actividades y decisiones del Consejo, cuando la gran mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas ha cuestionado que este sea un ejercicio meramente formal y acrítico.
Señor Presidente:
Cuba demanda un informe anual del Consejo de Seguridad que sea exhaustivo, explicativo y analítico y que permita evaluar las causas e implicaciones de las acciones emprendidas por ese órgano.
Por ejemplo, es inadmisible que el Informe del Consejo de Seguridad de 2018 sea omiso en cuanto a las violaciones de sus propias resoluciones, en particular de la 2231 (2015) sobre el Plan de Accion Integral Conjunto (PAIC) y de la 478 (1980) sobre el estatus de Jerusalén Oriental; que supusieron la retirada de Estados Unidos del PAIC y el traslado de su Embajada en Israel, de Tel Aviv a Jerusalén.
Resulta muy lamentable que el informe no refleje el estancamiento de la cuestion Palestina y la prolongación del sufrimiento de su pueblo. Tampoco hay una condena a la escalada de violencia y los trágicos acontecimientos ocurridos en la Franja de Gaza, desde el 30 de marzo de 2018, por la obstrucción de Estados Unidos.
Es también inaceptable que el Informe Anual tampoco mencione la violación de la resolución 2334 (2016), ni exija cuentas por la continuación de la ocupación ilegal israelí del territorio palestino y de los asentamientos ilegales israelíes en el territorio palestino ocupado.
Cuba recuerda que el Consejo de Seguridad en el desempeño de las funciones que impone su responsabilidad primordial en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, conferida en la Carta de las Naciones Unidas, actúa a nombre de todos los Estados miembros y, por tanto, debe cumplir también con la obligación establecida en los artículos 15 y 24 de la Carta, de presentar informes especiales sobre su actuación para la consideración de la Asamblea General.
Señor Presidente:
Aunque las cifras sobre reuniones celebradas por el Consejo de Seguridad en el 2018 apuntan nuevamentea a una mayor cantidad de sesiones públicas, el Consejo mantiene su naturaleza antidemocrática y sus prácticas inaccesibles y excluyentes, trabajando fundamentalmente en formatos cerrados.
En ese sentido, Cuba demanda que esos formatos deben ser la excepción y no la regla.
Aspiramos a un Consejo de Seguridad que atienda a las preocupaciones de todos los Estados miembros de la Organización , incluido antes de adoptar sus decisiones y a poder tener acceso real a sus labores y a la de sus órganos subsidiarios.
Se requieren fórmulas efectivas para garantizar una verdadera participación y democratización en las labores y la toma de decisiones del Consejo, incluida la eliminación del veto.
Más allá de la Nota Presidencial S/2017/507, que constituyó un importante esfuerzo, se requiere sin dilación una reforma integral del Consejo de Seguridad, incluyendo de sus métodos de trabajo, para hacer de éste un órgano transparente, democrático y representativo, ajustado a la evolución de las Naciones Unidas y de las relaciones internacionales.
Ello incluye desde la formalización del reglamento del Consejo que sigue siendo provisional desde hace más de 70 años, hasta la ampliación de su membresía, tanto en la categoría de miembros permanentes como de no permanentes, hasta alcanzar no menos de 26 miembros. Todo ello con el objetivo de rectificar la insuficiente representación de los países en desarrollo.
Cuba continuará apoyando las negociaciones intergubernamentales en la Asamblea General sobre la reforma del Consejo de Seguridad.
Señor Presidente:
Cuba reitera su preocupación por la expansión injustificada que ha experimentado la Agenda del Consejo de Seguridad en los últimos años.
El Informe anual nuevamente indica la tendencia del Consejo a seguir considerando temas que no plantean necesariamente una amenaza inmediata para la paz y la seguridad internacionales y su continua usurpación del papel asignado a otros órganos, particularmente a la Asamblea General.
El Consejo de Seguridad debe ajustar sus funciones al mandato que le fuera conferido en la Carta de las Naciones Unidas. Debe cesar la injerencia en asuntos fuera de su competencia, en particular en aquellos que conciernen al mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas y respetar todas las resoluciones de la Asamblea General, principal órgano de deliberación, adopción de políticas y representación de las Naciones Unidas.
Cuba rechaza la manipulación selectiva de los métodos y prácticas del Consejo en función de agendas políticas y de dominación, en particular los intentos de introducir temas que no forman parte de su agenda y la politización en el examen de otros sujetos a la consideración del órgano.
Debe cesar la instrumentalización del Consejo de Seguridad como una herramienta de presión política contra Estados soberanos.
Muchas gracias