Señor Presidente:
La delegación de Cuba se enorgullece de verlo presidir la Primera Comisión, en representación del Grupo de Estados de América Latina y el Caribe. Al felicitarlo a usted y a los miembros de la Mesa, les ratifico nuestra decisión de trabajar de forma constructiva para el éxito de las labores.
Respaldamos la declaración formulada por Indonesia en nombre del Movimiento de Países No Alineados.
Señor Presidente:
Nos reunimos en una coyuntura internacional caracterizada por graves y crecientes amenazas a la paz y la seguridad internacionales y por una progresiva erosión del multilateralismo, de la arquitectura del desarme nuclear y la no proliferación, así como de los foros multilaterales sobre desarme.
El desarrollo de nuevos sistemas de armas nucleares y la modernización de las fuerzas y arsenales ya existentes; el fortalecimiento del papel de esas armas en las doctrinas militares de defensa y seguridad de determinados Estados poseedores; el incremento de los gastos militares; la proliferación de sofisticadas armas convencionales y de guerras no convencionales; las amenazas de intervención militar y los intentos de reimponer el orden unipolar, a partir del desconocimiento de tratados internacionales y la multiplicación de sanciones unilaterales, socavan el orden internacional, y amenazan la paz y la estabilidad de todos los pueblos.
Señor Presidente:
El logro del desarme nuclear ocupa la máxima prioridad en la esfera del desarme. La mera existencia de las armas nucleares amenaza la supervivencia de la especie humana. Es lamentable que a 74 años de los criminales bombardeos contra Hiroshima y Nagazaki, existan aproximadamente 13.865, de ellas 3 750 desplegadas y 2 000 en alerta.
Genera una profunda preocupación la Revisión de la Postura Nuclear de EE.UU., que reduce el umbral para la consideración del uso de las armas nucleares, incluso en respuesta a las llamadas “amenazas estratégicas no nucleares” y posibilita la reanudación de los ensayos nucleares por explosión “para la seguridad y efectividad del arsenal nuclear de su país”.
EE.UU., único Estado que ha usado en dos ocasiones el arma nuclear, líder mundial en la realización de ensayos nucleares y país que más invierte en dichas armas, está iniciando una nueva carrera de armamentos, al tiempo que se retira e incumple los acuerdos internacionales sobre desarme y limitación de armamentos, como el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y el Plan de Acción Integral Conjunto con Irán.
Cuba rechaza enérgicamente estas posturas, contrarias a las obligaciones legales contraídas bajo el Tratado sobre la No Proliferación de las armas nucleares y los compromisos de desarme nuclear asumidos.
Asimismo, rechaza con igual firmeza, las políticas de seguridad y las doctrinas militares sustentadas en la disuasión nuclear. Hacemos nuestras las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando en 1979 afirmó: “Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se puedan resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia”.
La única manera efectiva de evitar el terrible impacto de las armas nucleares, es su eliminación total, de forma verificable, transparente e irreversible. Esperamos que los Estados poseedores muestren voluntad política y permitan que la Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferación de 2020 alcance recomendaciones sustantivas para avanzar hacia el desarme nuclear.
Apoyamos la celebración de la Conferencia para el establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares y otras Armas de Destrucción en Masa en el Medio Oriente en noviembre próximo. Esperamos que se alcancen resultados en la Conferencia de Examen del TNP, en abril de 2020.
Cuba, quinto Estado en ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las armas nucleares, persistirá en su pronta entrada en vigor e implementación.
Señor Presidente:
Nuestro país apoya la prohibición y eliminación completa de las armas de destrucción en masa, como única garantía eficaz para impedir su empleo por cualquier actor y bajo cualquier circunstancia.
Reafirmamos nuestro compromiso con la plena, efectiva y no discriminatoria implementación de las convenciones sobre las Armas Químicas y las Armas Biológicas y Toxínicas.
Los intentos de crear mecanismos fuera del alcance de la Convención sobre las Armas Químicas, y de modificar el mandato técnico de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas son inaceptables. La destrucción de los arenales declarados de armas químicas no ha finalizado. Estados Unidos es el único Estado Parte poseedor que no ha cumplido su obligación legal.
Continuaremos apoyando un Protocolo jurídicamente vinculante que fortalezca la Convención sobre Armas Biológicas. La férrea oposición de Estados Unidos en el 2001, imposibilitó alcanzar un instrumento que prohibiera para siempre la utilización de las mismas.
Rechazamos la imposición de medidas y sanciones coercitivas unilaterales dirigidas a prohibir o limitar el legítimo derecho de los Estados a acceder y utilizar con fines pacíficos la energía nuclear, los agentes biológicos y las sustancias químicas. El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los EE.UU. contra Cuba por más de 60 años, es el principal obstáculo para la cooperación internacional y el desarrollo económico y tecnológico del país en dichas esferas.
Señor Presidente:
El flagelo del tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras afecta a la mayoría de las regiones del mundo. Según medios estadounidenses, en el país principal productor y exportador de armas de fuego, se han producido 300 tiroteos en lo que va de año ocasionando más de 8000 muertos sin que se haga nada al respecto.
Cuba reitera su compromiso con la implementación del Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos y los Documentos Finales de sus Conferencias de Examen, en los que se reconoce el derecho de los Estados a adquirir y poseer armas para su legítima defensa y necesidades de seguridad. Urge poner fin a las trasferencias ilegales de estas armas e impedir los desvíos a actores no estatales no autorizados, principal fuente del tráfico ilícito.
La Convención sobre Ciertas Armas Convencionales es el foro idóneo para la negociación de un instrumento jurídicamente vinculante que prohíba las armas letales autónomas y regule las semiautónomas, incluido los drones militares de ataque.
Acogemos con satisfacción el inicio exitoso de las labores del Grupo de Composición Abierta de la Asamblea General sobre las tecnologías de la información y las comunicaciones. Reiteramos el rechazo al empleo encubierto e ilegal de las TIC, con el propósito de subvertir el ordenamiento jurídico y político de los Estados. De igual forma, repudiamos la militarización del ciberespacio y del espacio ultraterrestre.
Continuaremos exigiendo el respeto al Derecho Internacional, a la Carta de las Naciones Unidas y a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz; así como el apego al multilateralismo en las negociaciones de desarme, incluida la preservación y fortalecimiento de su maquinaria.
Muchas gracias