Señor Presidente:
Nuestra delegación le agradece haber convocado esta reunión para analizar el Informe Anual del Consejo de Seguridad a la Asamblea General en el 2019, contenido en el documento A/73/2.
Una vez más el informe anual de un órgano tan relevante en el matenimiento de la paz y la seguridad internacionales, es una mera reseña descriptiva de las reuniones, actividades y decisiones del Consejo de Seguridad, cuando la gran mayoría de los Estados miembros de la ONU ha cuestionado que este sea un ejercicio meramente formal y acrítico.
Demandamos un informe anual del Consejo de Seguridad exhaustivo y analítico, que permita evaluar las causas e implicaciones de sus decisiones.
Resulta inadmisible que el Informe del Consejo de Seguridad de 2019 sea omiso en cuanto a las violaciones de sus propias resoluciones, en particular la 2334 (2016), mientras Israel impunemente, consolida su política de expansión de los asentamientos ilegales en territorio palestino ocupado y amenazó con anexar los territorios palestinos del Valle del Jordán y otras partes de Cisjordania y de Jerusalén Oriental.
Señor Presidente:
Conforme al Artículo 24 de la Carta de la ONU, sus miembros reconocen que el Consejo de Seguridad, al desempeñar sus funciones, actúa a nombre de ellos y que, por consiguiente, la labor del Consejo es una responsabilidad colectiva de todos los Estados miembros.
Por tanto, una mayor transparencia en las labores del órgano contribuirá a un efectivo ejercicio de dicha responsabilidad colectiva. Abogamos por consultas informales transparentes, la adopción de su reglamento, que a la fecha continúa siendo provisional, y que se emitan actas de las consultas oficiosas del Consejo, que debe ser la excepción y no la práctica.
Si bien reconocemos el incremento del número de reuniones públicas, incluyendo debates abiertos, continúa la tendencia del Consejo de Seguridad a trabajar, fundamentalmente, en formatos cerrados, a tomar decisiones sin atender las preocupaciones de los Estados miembros y a forzar la toma de decisiones sobre proyectos de resolución aun cuando existen diferencias considerables en cuanto a su contenido.
Señor Presidente:
Reiteramos nuestro apoyo a una reforma integral del Consejo de Seguridad, incluyendo sus métodos de trabajo, para hacer de éste un órgano transparente, democrático y representativo, ajustado a la evolución de las Naciones Unidas y de las relaciones internacionales.
Rechazamos la manipulación selectiva de los métodos y prácticas del Consejo en función de agendas políticas y de dominación, en particular la injerencia en asuntos fuera de su competencia, en particular en aquellos que conciernen al mandato de la Asamblea General; así como la politización en el examen de otros, sujetos a la consideración del órgano.
Señor Presidente:
Más allá de la Nota Presidencial S/2017/507, que constituyó un importante esfuerzo, reiteramos la necesidad de un Consejo reformado, democrático, transparente y eficiente, que represente los intereses de todos los Estados miembros de la Organización, para preservar el multilateralismo, la credibilidad y legitimidad de las Naciones Unidas a largo plazo.
Debe cesar la instrumentalización del Consejo de Seguridad como una herramienta de presión política contra Estados soberanos.
Muchas gracias.