Señor Presidente:
Respaldamos la intervención realizada por Azerbaiyán en nombre del Movimiento de Países No Alineados.
En este primer debate abierto del año 2021 sobre la situación en el Medio Oriente, reiteramos la condena a los ataques perpetrados el pasado 30 de diciembre contra el Aeropuerto de Adén, que provocó la muerte de más de una treintena de civiles y heridas a otras decenas. Expresamos nuestras más sentidas condolencias a las familias y allegados de las víctimas.
Saludamos la decisión de Catar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, de normalizar sus relaciones.
Señor Presidente:
La pandemia ha obligado a enfrentar una nueva realidad con inmensos desafíos para los sistemas de salud, las economías y nuestras sociedades en general. Sus múltiples efectos exigen acciones mancomunadas que privilegien la cooperación y la solidaridad, por encima de las diferencias políticas.
Reiteramos nuestra profunda preocupación por el impacto de la Covid-19 en los países del Medio Oriente y llamamos a evitar cualquier acción que pueda conducir a un mayor deterioro de la estabilidad y la seguridad en esa región.
Mientras la pandemia agrava la situación socioeconómica y humanitaria del pueblo palestino, Israel continúa la ocupación, sus políticas de anexión, el aumento de las prácticas y medidas ilegales y colonizadoras, incluidas la construcción y expansión de asentamientos en el territorio palestino ocupado, las demoliciones punitivas, las incautaciones de recursos a instituciones palestinas, el desplazamiento forzoso de cientos de civiles y el bloqueo de la Franja de Gaza.
Resulta preocupante que haya concluido otro año sin que el Consejo de Seguridad adoptara medidas para poner fin a la agresión militar y la ocupación israelí del territorio palestino, incluida Jerusalén Oriental, conforme a su resolución 2334 (2016); mientras Israel, impunemente, consolida su política de expansión de los asentamientos ilegales en territorio palestino ocupado y amenaza con anexar los territorios palestinos del Valle del Jordán y otras partes de Cisjordania y de Jerusalén Oriental. Llamamos, una vez más, al Consejo de Seguridad a que cumpla la responsabilidad que le otorga la Carta de las Naciones Unidas en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y que exija a Israel el fin inmediato y completo de todas sus políticas y prácticas colonizadoras.
Ratificamos nuestro apoyo irrestricto a una solución amplia, justa y duradera del conflicto israelo-palestino, que permita al pueblo palestino ejercer el derecho a la libre determinación y disponer de un Estado independiente y soberano en las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital y que garantice el derecho al retorno de los refugiados.
Expresamos nuestra invariable solidaridad con el pueblo y gobierno palestinos y el respaldo al ingreso del Estado de Palestina como miembro pleno de las Naciones Unidas. Asimismo, apoyamos el llamado de su Presidente a la celebración de una conferencia internacional de paz.
Lamentamos la precaria situación en la que se encuentra el Organismo de Obras Públicas y Socorro para los Refugiados Palestinos en el Medio Oriente, como consecuencia de la retirada del apoyo financiero de Estados Unidos.
Señor Presidente:
Las acciones agresivas, unilaterales e injustificadas de Estados Unidos en el Medio Oriente vulneran severamente los intereses legítimos de las naciones árabes e islámicas y conllevan a una peligrosa escalada en la región.
Reiteramos nuestro rechazo al llamado “Acuerdo del siglo”, elaborado por el anterior gobierno estadounidense, en el que se desconoce la solución de dos Estados, que ha contado con el respaldo histórico de las Naciones Unidas, el Movimiento de Países No Alineados, la Liga de Estados Árabes, la Organización para la Cooperación Islámica y otros actores internacionales.
La decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, de establecer su representación diplomática en esa ciudad, irrespetando su estatuto histórico, así como de reconocer la soberanía de Israel sobre el Golán Sirio, constituyen graves violaciones de la Carta de las Naciones Unidas, del Derecho Internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
Reclamamos, una vez más, la retirada total e incondicional de Israel del Golán sirio y de todos los territorios árabes ocupados.
Señor Presidente:
Ratificamos nuestro pleno apoyo al Plan de Acción Integral Conjunto con Irán y nuestro rechazo a la retirada de Estados Unidos del Acuerdo, así como a sus intentos de desconocer la validez de la resolución 2231 (2015), que endosó el Plan.
Apoyamos la búsqueda de una solución pacífica y negociada a la situación impuesta a Siria, sin injerencia externa y con pleno respeto a su soberanía e integridad territorial. Reiteramos nuestra más enérgica condena a las sanciones de Estados Unidos contra Siria y a la implementación de la “Ley Cesar”, que obstaculiza la reconstrucción de ese país, aún más en el complejo escenario de la COVID-19, y transgrede flagrantemente la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y los derechos humanos del pueblo sirio.
Resulta inadmisible que algunos países sufran la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, violatorias de los derechos humanos de sus pueblos, del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Demandamos el fin inmediato y sin condicionamientos de estas arbitrarias e ilegales medidas impuestas contra Estados soberanos. Su aplicación en el actual contexto genera dificultades adicionales para el enfrentamiento a la pandemia en los países contra las que se dictan.
Señor Presidente:
La defensa del derecho a la paz continúa siendo prioridad fundamental para Cuba. Respaldamos el llamado urgente del Secretario General de las Naciones Unidas a poner fin a los conflictos armados, las hostilidades y al mal de la guerra y en su lugar abrir oportunidades para la diplomacia y la cooperación. Todas las guerras, incluidas las no convencionales y las llamadas de baja intensidad, deben cesar.
Es deber de todos los Estados la defensa del multilateralismo y de los propósitos y principios de la Carta, incluidos el respecto a la igualdad soberana de los Estados y a su independencia política, unidad e integridad territorial; la solución pacífica de las controversias, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y la abstención del uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.
Muchas gracias.