Cuba se asocia a las intervenciones realizadas por las distinguidas delegaciones de la República Cooperativa de Guyana en nombre del Grupo de los 77 más China y Belice en nombre de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
Señor Presidente:
El Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo tiene una muy ambiciosa meta en esta sesión con la adopción de la venidera QCPR, que renovará y actualizará los mandatos necesarios para el funcionamiento del sistema en el terreno, a la vez que complementará y ampliará la efectiva implementación de los mandatos asumidos en las resoluciones 71/243, 72/279, 73/248 y la 74/297 de la Asamblea General.
Cuba aspira a que dichos compromisos se traduzcan en el fortalecimiento del pilar del desarrollo y en la consagración de los principios que guían las actividades operacionales del Sistema, su neutralidad, su carácter intergubernamental y su objetivo ligado estrictamente al desarrollo.
El Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo debe continuar fortaleciendo su contribución a las prioridades nacionales de desarrollo de los Programas País, en virtud de los mandatos de cada entidad.
Se deberá continuar mostrando total respeto a la soberanía nacional y el liderazgo de los gobiernos nacionales sobre sus propios procesos, incluido por la figura del Coordinador Residente, cuyo mandato deberá estar centrado en el desarrollo sostenible y responder a las necesidades y prioridades nacionales, alineadas con el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
El Sistema de las Naciones Unidas debe garantizar, además, la participación decisiva de los países del Sur en la gobernanza del Sistema. En este sentido, llamamos a la necesidad de fortalecer los roles distintivos y complementarios del ECOSOC y la AGNU con relación a las actividades operacionales. Instamos además al Grupo de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y a la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación del Desarrollo (DCO) a continuar fortaleciendo la transparencia y rendición de cuentas de sus actividades para con los Estados miembros.
Adicionalmente, reiteramos que los recursos regulares, predecibles y no condicionados, son la piedra angular de la arquitectura de financiamiento del Sistema, sobre la base del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los países en desarrollo y países donantes y de su distinción con los mecanismos de financiación acordados en la Agenda de Acción de Addis Abeba.
Señor Presidente:
El recrudecimiento de la política de bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos por 60 años contra Cuba, la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, y el arreciamiento de este con nuevas medidas en el contexto de la Pandemia de la COVID-19, obstaculizan la implementacion de proyectos de las entidades del Sistema de la ONU y la promoción del desarrollo sostenible en Cuba.
La Oficina de la Coordinadora Residente en Cuba, según se refleja en el Informe del Secretario General A/74/91 rev.1, señala que las restricciones del bloqueo contra Cuba causan dificultades críticas para la ejecución de programas y proyectos de las Naciones Unidas, en particular en la adquisición y la compra de productos humanitarios y de desarrollo, incluso si se adquieren a través de la cooperación multilateral.
Asimismo, señala que las propuestas financieras y proyectos de las entidades de la ONU en Cuba deben incluir en sus diseños un plazo más extenso para los procesos de adquisición y recursos financieros adicionales que, de lo contrario, podrían asignarse a actividades de desarrollo.
Señor Presidente:
Cuba continúa abogando por una efectiva alianza mundial para el desarrollo sostenible sobre la base del respeto mutuo. Continuaremos promoviendo los estrechos lazos de cooperación con el Sistema de la ONU, todo ello como reafirmación contante del derecho universal al desarrollo.
Muchas gracias.