75 AGNU: Intervención del Embajador Pedro Luis Pedroso Cuesta, Representante Permanente de Cuba ante la ONU, Debate abierto del Consejo de Seguridad sobre la situación en el Medio Oriente, incluida la Cuestión Palestina. Nueva York, 26 de octubre de 2020.

Señor Presidente:

Respaldamos la intervención realizada por Azerbaiyán en nombre del Movimiento de Países No Alineados.

Una epidemia global ha cambiado drásticamente la vida cotidiana. Los efectos de la COVID-19 exigen de nosotros una respuesta dinámica, concertada, eficaz, basada en la complementariedad, la cooperación y la solidaridad. El anhelado derecho de la humanidad a vivir en paz y seguridad, con justicia y libertad, base de la coexistencia entre las naciones, es constantemente amenazado.

Reiteramos nuestra profunda preocupación por su impacto en los países del Medio Oriente, y llamamos a evitar cualquier acción que pueda conducir a un mayor deterioro de la estabilidad y la seguridad en esa región, en particular en el pueblo palestino cuya situación se deteriora cada vez más.

Israel continúa la ocupación del territorio palestino, sus políticas de anexión, el aumento de las prácticas y medidas ilegales y colonizadoras, incluida la construcción y expansión de asentamientos en el territorio palestino ocupado, las demoliciones punitivas, las incautaciones de recursos a instituciones palestinas, el desplazamiento forzoso de cientos de civiles y el bloqueo de la Franja de Gaza.

Demandamos una solución justa al conflicto del Medio Oriente, que pasa por el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967 y con su capital en Jerusalén oriental. Ello implica una actuación responsable de los Estados Unidos y el cese de la impunidad de los crímenes de Israel y su política de anexión.

Rechazamos los intentos de Israel de anexar nuevos territorios de Cisjordania, lo que constituye una amenaza para el futuro del Estado palestino tras largos años de negociación, en franca violación del Derecho Internacional y los derechos humanos. 

Señor Presidente:

Llamamos una vez más al Consejo de Seguridad a que cumpla la responsabilidad que le otorga la Carta de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y exija a Israel el fin inmediato y completo de todas sus políticas y prácticas colonizadoras.  Resulta preocupante que en el último período no se hayan adoptado medidas para poner fin a la agresión militar y ocupación israelí del territorio palestino, incluida Jerusalén Oriental, conforme a la resolución 2334 (2016), adoptada por este Consejo, que permanece en silencio mientras Israel, consolida su política de expansión de los asentamientos ilegales en territorio palestino ocupado y amenaza con anexar los territorios palestinos del Valle del Jordán y otras partes de Cisjordania y de Jerusalén Oriental.

Lamentamos la precaria situación en la que se encuentra el Organismo de Obras Públicas y Socorro para los Refugiados Palestinos en el Medio Oriente, como consecuencia de la retirada del apoyo financiero de Estados Unidos.

Expresamos nuestra invariable solidaridad con el gobierno y el pueblo palestino y el respaldo al ingreso del Estado de Palestina como miembro pleno de las Naciones Unidas.

Señor Presidente:

Las acciones agresivas, unilaterales e injustificadas de Estados Unidos en el Medio Oriente vulneran severamente los intereses legítimos de las naciones árabes e islámicas y conllevan a una peligrosa escalada en la región. 

Reiteramos nuestro rechazo al llamado “Acuerdo del siglo”, elaborado por el actual gobierno estadounidense, en el que se desconoce la solución de dos Estados, que ha contado con el respaldo histórico de las Naciones Unidas, el Movimiento de Países No Alineados, la Liga de Estados Árabes, la Organización para la Cooperación Islámica y otros actores internacionales.

La acción unilateral del gobierno de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, de establecer su representación diplomática en esa ciudad, irrespetando su estatuto histórico, así como la decisión de reconocer la soberanía de Israel sobre el Golán Sirio, constituyen violaciones flagrantes de la Carta de las Naciones Unidas, del Derecho Internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.

Reclamamos, una vez más, la retirada total e incondicional de Israel del Golán sirio y de todos los territorios árabes ocupados.

Señor Presidente:

Ratificamos nuestro pleno apoyo al Plan de Acción Integral Conjunto con Irán y nuestro rechazo a la retirada de Estados Unidos del Acuerdo, a sus intentos de desconocer la validez de la resolución 2231 (2015) que endosó el Plan, a la reimposición de sanciones unilaterales y a la amenaza militar contra la República Islámica de Irán.

Apoyamos la búsqueda de una solución pacífica y negociada a la situación impuesta a Siria, sin injerencia externa y con pleno respeto a su soberanía e integridad territorial. Reiteramos nuestra más enérgica condena a las sanciones de Estados Unidos y a la implementación de la “Ley Cesar”, obstáculos para la reconstrucción de ese país, después de nueve años de guerra, empeño que se dificulta aún más en el complejo escenario de la COVID-19. Estas medidas constituyen una violación grave y flagrante de la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y los derechos humanos del pueblo sirio.

Resulta inadmisible que algunos países sufran la aplicación de arbitrarias medidas coercitivas unilaterales, violatorias del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Demandamos el fin inmediato y sin condicionamientos políticos de las ilegales medidas unilaterales impuestas contra Estados soberanos que, además de sus efectos permanentes para los países afectados, dificultan el enfrentamiento a la pandemia.

Señor Presidente:

En este complejo escenario, Estados Unidos despliega una política exterior dirigida a erosionar el multilateralismo y a atizar y promover conflictos, divisiones, chovinismo y posiciones supremacistas y racistas, ignora el llamado a aunar esfuerzos en el combate a la pandemia y se retira de la Organización Mundial de la Salud.

Secundamos el llamado urgente del Secretario General de las Naciones Unidas a poner fin a los conflictos armados, las hostilidades y al mal de la guerra y en su lugar abrir oportunidades para la diplomacia y la cooperación. Todas las guerras, incluidas las no convencionales y las llamadas de baja intensidad, deben cesar.

Para Cuba, la defensa del derecho a la paz continúa siendo prioridad fundamental.  Es deber de todos los Estados y, en particular de los miembros del Consejo de Seguridad, la defensa del multilateralismo y de los propósitos y principios de la Carta, incluidos el respeto a la igualdad soberana de los Estados y a su independencia política, unidad e integridad territorial; la solución pacífica de las controversias, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y abstenerse del uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.

Muchas gracias.