Estimado Achim Steiner, Administrador del PNUD,
Distinguidos miembros de la Junta Ejecutiva y demás delegaciones.
Agradecemos al Administrador Steiner por su abarcadora intervención y su compromiso para enfrentar de conjunto los desafíos que dificultan el camino al desarrollo.
Aprovechamos la ocasión para reconocer los resultados alcanzados por el PNUD, incluida su Oficina Regional para América Latina y el Caribe en la respuesta socioeconómica frente a la pandemia de la COVID-19.
Agradecemos en particular las contribuciones del PNUD, su Representante en Cuba y su Director Regional para enfrentar el impacto negativo de la pandemia, así como las acciones realizadas para apoyar nuestros planes y esfuerzos nacionales durante la recuperación.
Sra. Presidenta,
Tomamos nota del Informe presentado en el que se examinaron los desafíos a nivel global en 2021 y es por ello que nuestra preocupación aumenta.
El impacto de la pandemia supera el ámbito sanitario, su efecto en la economía mundial y el deterioro de los niveles de desarrollo social requerirán políticas integrales en el que el ser humano sea la prioridad y no las ganancias económicas.
Para ello la contribución del PNUD es fundamental y lamentablemente su labor se ve limitada dada la falta de recursos flexibles que le permitan responder ante estas crisis impredecibles.
Nos preocupa que el porcentaje de financiación con cargo a recursos ordinarios se mantuvo en el 12 % del total de recursos, muy por debajo del objetivo del Pacto de Financiación del 30 %; así como la disminución del número de contribuyentes a los recursos ordinarios de 49 en 2020, a 43. De igual forma nos preocupa, el caso del Programa para la región de América Latina y el Caribe, el cual ha tenido una significativa reducción en sus recursos regulares.
Para añadir mayor presión a la situación del financiamiento, ahora se suman los anuncios de recortes en la financiación básica para el desarrollo del PNUD para dedicarla a otros fines, poniendo en riesgo la eficacia del trabajo de la entidad.
Lamentamos este decrecimiento continuo de los recursos básicos dedicados al desarrollo, los cuales constituyen la principal garantía para atender debidamente las necesidades y prioridades de los países receptores. Es crucial que el PNUD continúe apoyando a los países en la efectiva movilización de recursos no solamente enfocado al sector privado, sino también hacia los gobiernos de los países desarrollados, los cuales deben cumplir con sus compromisos de AOD.
Urge revertir esta situación para que el PNUD pueda realizar una planificación más estratégica y flexible en función de las necesidades y prioridades de sus países receptores. El hecho de que la proporción de otros recursos para fines específicos sea elevada, socava la eficacia del PNUD en el complejo entorno actual para el desarrollo.
En Cuba, las restricciones asociadas al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos, afectan el acceso a varias fuentes externas de financiamiento y limitan la implementación efectiva de proyectos de cooperación internacional. De ahí que constituya la principal barrera al desarrollo y por tanto el principal obstáculo para la implementación de la Agenda 2030.
En esta coyuntura, consideramos que solo a través de una verdadera cooperación internacional para el desarrollo y contribuciones predecibles y no condicionadas, podremos cambiar el curso actual y avanzar hacia la consecución de los objetivos que nos propusimos alcanzar para el año 2030.
Para finalizar, quisiera reiterar el compromiso de mi delegación de continuar fortaleciendo los lazos de cooperación entre Cuba y el PNUD. Insistimos en que la humanidad cuenta con los recursos necesarios para enfrentar los desafíos emergentes, solo se necesita una verdadera voluntad política para lograrlo.
Muchas gracias.