Señora Presidenta:
Estimado Achim Steiner, Administrador del PNUD,
Distinguidos miembros de la Junta Ejecutiva y demás delegaciones.
Quisiéramos agradecer al Administrador Steiner por su amplia intervención y sus reflexiones sobre los desafíos a los que nos enfrentamos en el camino al desarrollo.
Reconocemos, además, los esfuerzos que realiza el PNUD para apoyar a nuestros países en el logro de los objetivos de desarrollo sostenible acordados en la Agenda 2030.
En el caso de Cuba, la cooperación con el PNUD ha sido fundamental para avanzar en la implementación de nuestro Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 y durante la recuperación post pandemia.
Sra. Presidenta,
Nos encontramos ante escenarios desoladores que atentan contra los pasos que hemos dado en pos del desarrollo. Según informes recientes, la tasa de pobreza en el mundo aumentó considerablemente de 2019 a 2020, del 8,3% al 9,2%: el primer aumento de la pobreza extrema desde 1998 y el mayor desde 1990. Por otra parte, de cara al futuro, según datos de la FAO, se prevé que casi 670 millones de personas (el 8 % de la población mundial) seguirán pasando hambre en 2030, aun teniendo en cuenta una recuperación económica mundial.
Estas cifras nos indican que debemos actuar. Son necesarias políticas integrales que prioricen el bienestar del ser humano. Debemos promover políticas económicas y sociales que tengan un impacto a largo plazo, no medidas que contengan una crisis momentánea; pero eso requiere recursos y mucha voluntad política.
En esos esfuerzos, la labor que lleva a cabo el PNUD es fundamental, por su experiencia en el terreno y el apoyo que brinda en el fortalecimiento de las capacidades nacionales de nuestros países.
Nos preocupa que la proporción de recursos ordinarios se redujo al 12% del total de recursos en 2021, muy por debajo del objetivo del Pacto de Financiación del 30%; así como la disminución del número de contribuyentes a los recursos ordinarios a 43, seis menos que en 2020.
Del mismo modo, apreciamos que las perspectivas para los próximos años no son alentadoras. Según datos del Informe, hasta junio de 2022 el PNUD ha recibido solo el 24% de la contribución estimada en recursos ordinarios para este año. A esto se suma, el recorte o la reasignación de los presupuestos de ayuda a la financiación básica de los Estados miembros para dedicarla a otros fines, lo cual pone en riesgo los logros alcanzados hasta el momento en materia de desarrollo.
Resulta impostergable revertir el continuo decrecimiento de los recursos básicos para que el PNUD pueda realizar una planificación más efectiva y flexible en función de las necesidades y prioridades de sus países receptores. Si no revertimos esta situación: ¿cuáles serán las implicaciones en materia de desarrollo en el mediano y largo plazo? ¿Hasta qué punto el PNUD podrá ejercer eficazmente su mandato y tener resultados positivos en la implementación de su Plan Estratégico 2022-2025 si no cuenta con un financiamiento predecible y flexible?
Insistiendo en la importancia de contar con contribuciones predecibles y no condicionadas para que el PNUD pueda desempeñar con efectividad su trabajo y mandato, quisiera finalizar reiterando el compromiso de mi delegación de continuar fortaleciendo los lazos de cooperación entre Cuba y el PNUD.
Muchas gracias.