Estimado Presidente de México, Excmo. Sr. Andrés Manuel López Obrador:
Su presencia, como digno representante de los ideales de paz, solidaridad, justicia y prosperidad para América Latina y el Caribe y para el mundo, enaltece esta reunión.
Felicitamos a México y le deseamos éxitos durante su presidencia del Consejo de Seguridad.
En un contexto de incertidumbre global y de crisis multidimensional generada por la COVID-19, este debate adquiere gran relevancia.
La paz y la seguridad internacionales se ven constantemente amenazadas por conflictos, actos de agresión, guerras no convencionales, tentativas de cambios de régimen y frecuentes violaciones de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
Señor Presidente:
La prevalencia de un orden internacional profundamente injusto y antidemocrático, décadas de un neoliberalismo despiadado, la existencia del capitalismo excluyente y sus irracionales patrones de producción y consumo, han antepuesto el egoísmo y los intereses mezquinos de una minoría a las legítimas aspiraciones de millones de seres humanos.
La pandemia ha venido a agudizar la crisis global, dejando desprotegidos a los más vulnerables, al tiempo que los más ricos continúan aumentado sus beneficios. Por poner un ejemplo, mientras 89 millones de estadounidenses perdieron su empleo, 45 millones enfermaron y 724 mil fallecieron por el virus; los billonarios de los Estados Unidos sumaron 2,1 billones de dólares a sus ya colosales fortunas.
Es lamentable e inaceptable la profunda desigualdad global en el acceso y distribución de las vacunas contra la COVID-19, que ha agravado la brecha Norte-Sur. De los 7 mil millones de dosis de vacunas administradas, más del 80% se han destinado a países del G-20, cuyas poblaciones representan mucho menos de la mitad de los habitantes del planeta. Los países de bajos ingresos, la mayoría de ellos en África, solo han recibido el 0,4% de ellas.
Mientras tanto, crece el gasto militar mundial, que en 2020 fue de casi 2 billones de dólares estadounidenses.
Señor Presidente:
Las medidas coercitivas unilaterales impiden el enfrentamiento efectivo a la pandemia y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Lo que la humanidad precisa para vivir en paz y seguridad es respeto al Derecho Internacional y a la soberanía nacional, cooperación y respeto mutuo, no bloqueos ni sanciones.
Se impone el fortalecimiento del multilateralismo, el respeto irrestricto a la Carta de la ONU y al Derecho Internacional y el cumplimiento de los compromisos y obligaciones contraídas.
Es impostergable una reforma integral y profunda del Consejo de Seguridad, una mayor representación de los países del Sur, democracia, transparencia e inclusividad en sus labores, y el cese de su intromisión en el mandato y funciones de la Asamblea General y otros órganos, para preservar la eficacia y la credibilidad de la Organización.
Urge aunar esfuerzos y voluntades en la promoción de un orden internacional justo, democrático y equitativo, que ponga fin a la exclusión y las desigualdades, por el bien de la humanidad.
Muchas gracias.