Señora Vicepresidenta:
La felicitamos por su elección. Agradecemos que haya accedido a la conducción de las labores del Grupo.
Cuba cumple con sus compromisos internacionales, incluidos los derivados de sus obligaciones como Estado Parte de la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Transnacional Organizado, y de su Protocolo anexo sobre Armas de Fuego, al cual nos adherimos desde el 9 de febrero de 2007; de su compromiso con el Programa de Acción sobre Armas Pequeñas y Ligeras y el resto de los instrumentos jurídicos y políticos de los que somos Parte.
Contamos con normas y procedimientos para el control efectivo y riguroso de las municiones en el país, e implementamos las medidas pertinentes para garantizar el almacenamiento seguro de las municiones.
En Cuba, el almacenamiento de las municiones se realiza en locales que reúnen las medidas de seguridad y protección física y las normas técnicas establecidas y aprobadas por la autoridad competente. Se cuenta con un sistema eficaz de autorizaciones y notificaciones.
Implementamos lo dispuesto en el Protocolo de Armas de Fuego en relación con el decomiso e incautación de las municiones ilícitas y el mantenimiento de la información requerida para localizar e identificar las municiones.
De igual forma, la legislación cubana está en total correspondencia con los postulados y metas del Protocolo de Armas de Fuego, como lo evidencia el Decreto Ley Nº. 262 “Sobre Armas y Municiones” y su Reglamento, aprobado el 12 de noviembre de 2008 por el Consejo de Estado.
Dicho Decreto Ley regula la exportación e importación temporal y definitiva de las armas de fuego y municiones; así como de los correspondientes accesorios. Regula, además, lo relativo a la tenencia, porte, uso, tránsito, comercialización, transmisión, transportación, almacenamiento, mantenimiento, reparación, medidas de seguridad, ocupación, decomiso y hallazgos, obligaciones, prohibiciones, licencias, permisos, requisitos y demás actividades relacionadas con las armas objeto de licencia o permiso.
Señora Presidenta:
La manipulación y el almacenamiento seguro de las municiones son una responsabilidad de los Estados, encargados de velar por su segura y adecuada gestión.
El conjunto de compromisos políticos que se propone elaborar en el marco del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre Municiones Convencionales, debe ser el resultado de un proceso negociado en el que se tengan en cuenta los intereses y preocupaciones de todos los Estados Miembros.
Los trabajos del GTCA deben conducirse de forma transparente y potenciando, desde un inicio, la negociación sobre la base de una propuesta de texto. De cara a la sesión final del Grupo, las autoridades nacionales deben tener suficiente tiempo para estudiar, a cabalidad, el marco político a adoptarse, por tratarse de temas asociados a la seguridad nacional de los Estados.
El informe del Grupo de Expertos Gubernamentales sobre problemas derivados de la acumulación excesiva de municiones convencionales, establecido en virtud de la resolución 72/55, u otros documentos presentados a título nacional por algunos Estados, no pueden constituir la base única para la elaboración de un conjunto de compromisos políticos en la materia. Solo un reducido número de países participó en el Grupo de Expertos Gubernamentales y en la negociación de su informe final.
Cualquier resultado que se intente forzar o imponer, sin tener en cuenta las legítimas preocupaciones de seguridad de los Estados, carecerá de un compromiso político real y de una implementación posterior universal, uniforme y adecuada, razón por la cual, desde el inicio del proceso, Cuba ha abogado por preservar el consenso.
Llamamos a evitar la exportación de elementos provenientes de instrumentos que no gozan de consenso internacional, al futuro conjunto de compromisos a elaborar en materia de municiones convencionales.
Señora Presidenta:
El desarrollo de acciones nacionales sobre la gestión segura de las municiones convencionales, debe preservar su carácter voluntario, respetando que la determinación de los excedentes de municiones convencionales y el manejo de estas durante toda su vida útil es una prerrogativa exclusiva de cada Estado, en correspondencia con sus necesidades de seguridad nacional.
Cualquier acción regional y subregional a este respecto debe basarse también en el principio de voluntariedad, como se reconoce en las resoluciones pertinentes de la Asamblea General. Debe tenerse en cuenta que cada región y país tienen características y situaciones de seguridad propias.
En opinión de Cuba, en la elaboración de medidas para un mejor manejo de las existencias de municiones convencionales, son importantes las acciones encaminadas a evitar su desvío a actores no estatales no autorizados, principales responsables del tráfico ilícito de armas y municiones.
Los esfuerzos en el marco del Grupo no deben centrarse en la elaboración de indicadores evaluativos para los países, sino en la facilitación de mayor asistencia y cooperación internacional, en especial para los países en desarrollo. La brecha tecnológica y la falta de financiamiento y asistencia técnica, implican que, para estos países, resulte muy difícil cumplir con elevados requisitos de marcaje que requieren alta tecnología. Se hace más difícil aun para aquellos países que son sometidos a medidas coercitivas unilaterales, las cuales impiden el acceso a tecnologías y equipamientos necesarios y obstaculizan la cooperación internacional.
Señora Presidenta:
Aseguramos el compromiso de nuestra delegación a participar de manera constructiva en las labores del Grupo, en pos de un resultado exitoso para todos los Estados Miembros.
Muchas gracias.