Señora Presidenta:
Cuba se asocia a la intervención realizada por la distinguida delegación de la República de Guinea en nombre del Grupo de los 77 más China.
La pandemia de la COVID-19, un reto de salud, económico y social global sin precedentes, ha puesto de manifiesto la necesidad de la solidaridad, la cooperación internacional y el multilateralismo como única forma de poder hacer frente a los desafíos comunes que enfrenta la humanidad y el planeta.
Vivimos en un mundo desigual, asimétricamente interconectado e interdependiente, que enfrenta crecientes desafíos al orden multilateral vigente. En este contexto es más relevante que nunca el multilateralismo y el papel de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo. Por ende, rechazamos las acciones unilaterales, proteccionistas, excluyentes o coercitivas de unos pocos Estados, que defienden intereses estrictamente nacionales y debilitan y socavan el marco multilateral y las instituciones existentes; en detrimento de las soluciones necesariamente globales y colectivas que se requieren a los desafíos que enfrenta la humanidad. Necesitamos de un sistema multilateral transparente, abierto, no discriminatorio e inclusivo.
Señora Presidenta:
La consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible presupone el reconocimiento y respeto a la diversidad de enfoques, visiones y modelos decididos por cada pueblo, teniendo en cuenta sus diversas circunstancias, capacidades y prioridades nacionales.
Enfrentamos, sin embargo, otra realidad: la brecha de desarrollo que separa al Norte del Sur continúa creciendo, amplificada por diferencias estructurales en múltiples ámbitos que imposibilitan, para mucho de nuestros países, escalar a niveles superiores de desarrollo. La actual pandemia ha evidenciado que esta es una crisis también de modelos de desarrollo, que el ser humano y la sociedad debe estar en el centro, en lugar de cualquier racionalidad económica. Ha puesto de manifiesto además que sólo podremos sobrevivir si preservamos y cuidamos a nuestro planeta.
Cuba reitera la vigencia y necesidad de los postulados por un Nuevo Orden Económico Internacional, basado en la equidad, la igualdad soberana, el beneficio común y la cooperación entre todos los Estados, que corrija las desigualdades actuales y garantice a las generaciones presentes y futuras un desarrollo económico y social justo. Es preciso que los países en desarrollo alcancen la soberanía tecnológica, un mayor acceso en materia de financiación, creación de capacidades, infraestructura, así como transferencia de tecnologías.
Abogamos por una metodología multidimensional para clasificar el nivel de desarrollo que vaya más allá del ingreso nacional bruto y los niveles de ingreso per cápita, y tenga en cuenta sus particularidades y desafíos especiales. El nivel de ingreso, como criterio de clasificación para acceder a los flujos de cooperación para el desarrollo, constituye un enfoque limitado y excluyente.
Señora Presidenta,
Cuba rechaza la aplicación de medidas económicas coercitivas unilaterales como medio de ejercer presión política y económica sobre los países en desarrollo, incompatibles con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y que impiden la plena consecución de nuestros derechos, entre ellos el derecho al desarrollo, así como el cumplimiento de la Agenda 2030.
Mi país trabaja por su desarrollo sometido al injusto y criminal bloqueo de los Estados Unidos, recrudecido con la activación extraterritorial del Título III de la Ley Helms Burton, y más de 240 nuevas medidas aplicadas desde el 2019, en el contexto de la pandemia de la COVID-19, las cuales permanencen aún en vigor. A pesar de ello, Cuba muestra importantes logros en su desarrollo económico y social, gracias al esfuerzo de nuestro pueblo y la cooperación brindada a países hermanos de nuestra región y del mundo.
En el contexto de la lucha global contra la COVID-19, Cuba aspira a globalizar la cooperación y la solidaridad, es por eso que, a través de su cooperación médica, desde el inicio de la Pandemia, Cuba ha enviado 57 brigadas médicas con más de 4500 colabores médicos para apoyar la respuesta a la COVID-19 en 40 países y territorios, que se han sumado a los 28.000 profesionales sanitarios que trabajan en 66 naciones. Es tiempo de solidaridad.
Hemos compartido también medicamentos desarrollados y producidos por Cuba que, de acuerdo con nuestra práctica comprobada, han sido eficaces en la prevención y el tratamiento de la enfermedad. Además, destacados expertos e instituciones médicas de Cuba han continuado compartiendo sistemáticamente a través de teleconferencias y seminarios virtuales las mejores experiencias, prácticas y protocolos médicos con múltiples países del Sur.
Permítame concluir reafirmando el compromiso supremo de Cuba con la equidad, la justicia social y el desarrollo pleno de todos los pueblos y de cada ser humano.
Muchas gracias.