76 AGNU: Intervención de Pedro L. Pedroso, representante permanente de Cuba ante Naciones Unidas, en el debate general de la Primera Comisión. Nueva York, 6 de octubre de 2021.

Señor Presidente:

Suscribimos la declaración de Indonesia en nombre del Movimiento de Países No Alineados.

La eliminación total de las armas nucleares debe seguir siendo la prioridad en la esfera del desarme. Abogamos por la universalización del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. Nos enorgullecemos de haber sido el quinto Estado en ratificar este instrumento; así como de haber ratificado el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, de integrar la primera Zona Libre de Armas Nucleares, en un área densamente poblada, y de pertenecer a la primera región del mundo proclamada Zona de Paz.

Lamentablemente, persisten las agresivas doctrinas nucleares y la modernización y ampliación de los arsenales de Estados Unidos y sus aliados, 76 años después de los criminales bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki. Estados Unidos sigue siendo el que más invierte en dicho armamento y el que mantiene el mayor número de estos artefactos listos para ser usados. Sus millonarios gastos en estas armas son un agravio ante la crisis global exacerbada por la Covid-19, que demanda ingentes recursos para garantizar una respuesta que no deje a nadie atrás.

La primera reunión de Estados Partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y la Décima Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferación deberán ser propicias para avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares.

Abogamos por la prohibición y eliminación completa de las armas de destrucción en masa. Reafirmamos nuestro compromiso con la implementación plena, efectiva y no discriminatoria de las convenciones sobre las Armas Biológicas y Toxínicas y sobre las Armas Químicas. 

Apoyamos la adopción de un Protocolo jurídicamente vinculante que fortalezca la Convención sobre Armas Biológicas, el cual se abortó abruptamente por la única objeción de Estados Unidos.

Rechazamos los enfoques selectivos, parcializados y políticamente motivados en la aplicación de la Convención sobre las Armas Químicas y la creación de mecanismos y procedimientos al margen de su alcance.

Condenamos las medidas coercitivas unilaterales, que limitan o impiden, de manera discriminatoria, el ejercicio del derecho al uso pacífico de la energía nuclear; así como la cooperación internacional y el avance científico-tecnológico en las esferas química y biológica, en detrimento del desarrollo socioeconómico de los Estados que las padecen. El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba es el principal obstáculo al desarrollo de nuestro país.

Abogamos por la adopción, lo antes posible, de un Protocolo que prohíba las armas letales autónomas. Deben establecerse, además, regulaciones para el uso de las armas con cierta autonomía, en particular de los drones militares de ataque.

Reiteramos nuestro compromiso con la implementación del Programa de Acción de las Naciones Unidas para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos. Deben atenderse las profundas causas socioeconómicas de este flagelo, lo que requiere de una mayor cooperación internacional y asistencia a los países que lo soliciten. Reafirmamos el derecho de los Estados a adquirir y poseer armas para su legítima defensa y necesidades de seguridad.

Acogemos con beneplácito las conclusiones del Grupo de Composición Abierta de la Asamblea General sobre las tecnologías de la información y las comunicaciones, proceso histórico que permitió a los Estados discutir de forma transparente e inclusiva sobre un tema de gran relevancia internacional. Respaldamos la continuidad de las labores en este formato hasta 2025.

Rechazamos el empleo encubierto e ilegal de las TIC para subvertir el ordenamiento jurídico y político de los Estados; así como el uso de estas tecnologías para cometer y alentar actos de terrorismo.

Repudiamos la militarización del ciberespacio y del espacio ultraterrestre. Se requiere la adopción de un instrumento jurídico vinculante, que aborde los vacíos legales para el uso de ambos espacios.

Cuba continuará abogando por el respeto irrestricto al Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas y por el apego al multilateralismo en las negociaciones de desarme, incluida la preservación y fortalecimiento de su maquinaria.

Muchas gracias.