76 AGNU: Intervención del Excmo. Sr. Pedro Luis Pedroso Cuesta, Representante Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, en el debate del tema 16 de la agenda “Cultura de Paz”. Nueva York, 6 de diciembre de 2021.

Señor Presidente:

Mientras nos reunimos en esta sala para debatir sobre la paz y la promoción de una cultura y entorno que la propicien, persisten el uso y la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales, se despliegan acciones de guerra no convencional y se interviene en los asuntos internos de Estados soberanos para satisfacer apetitos de dominación imperial.

Prevalece, igualmente, el unilateralismo. Incluso en las difíciles condiciones impuestas por la pandemia de la COVID-19, se ha recrudecido la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, que no solo violan la Carta de la ONU y el derecho internacional, sino que también obstaculizan el ejercicio del derecho al desarrollo de los países que sufren sus efectos.

No puede haber paz sin desarrollo económico y social sostenible, equitativo e inclusivo. No puede haber paz mientras se profundicen las desigualdades resultantes del injusto orden económico internacional, en las cuales radican las causas primigenias de los conflictos. No puede haber paz, ni una cultura que la propicie, si continúan promoviéndose discursos de odio, racismo, xenofobia e intolerancia ideológica; si se politiza la cuestión de los derechos humanos contra países en desarrollo y si persiste el irrespeto a la cultura autóctona, la historia, la idiosincrasia y las diversas religiones de los pueblos.

Impulsar una cultura de paz allana el camino hacia un mundo mejor, más justo y sostenible. Ello requiere la promoción del multilateralismo y el cumplimiento estricto de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios del derecho internacional.

Señor Presidente:

Cuba está plenamente comprometida con la Declaración y Programa sobre una Cultura de Paz, así como con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada en 2014 en La Habana, en el marco de la II Cumbre de la CELAC.

Dicha proclamación ratifica el propósito de desterrar para siempre de nuestra región el uso y la amenaza del uso de la fuerza; así como de promover la solución pacífica de controversias y de fomentar las relaciones de amistad y cooperación entre los pueblos latinoamericanos y caribeños y de estos con otras naciones, independientemente de sus diferencias.

Señor Presidente:

Cuba conoce el valor de la paz. Hemos tenido que enfrentar, durante más de seis décadas, la hostilidad del gobierno de los Estados Unidos, sus acciones de guerra no convencional y subversión contra mi país, así como los efectos del más largo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra país alguno y recrudecido durante el período de la pandemia de la COVID-19, por la única razón de haber decidido soberanamente la construcción de un modelo de sociedad alternativo a los designios del imperio.  

Señor Presidente:

Cuba, que como afirmó recientemente el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, “ha sido, es y será siempre un país de paz”, no cederá a los intentos de sembrar confusión en nuestro país para desestabilizarlo, desacreditarlo y justificar la doctrina de cambio de régimen.

Muchas gracias.