Cuentan los cronistas que fue Pánfilo de Narváez –un hombre del adelantado Diego Velázquez, español conquistador de la isla de Cuba- quien realizó la primera fundación de La Habana en el año 1515, en tierras ubicadas al sur de su localización actual. Para 1519, encuentra su asiento definitivo al norte de la región occidental de la Isla, al lado de una bella bahía de bolsa, muy abrigada y conveniente para puerto y asentamientos humanos.
El 16 de noviembre de ese año, a la sombra de una ceiba que por allí existía, casi frente al mar, se celebró la primera misa y el primer cabildo, y se declaró fundada la villa, con el nombre de San Cristóbal de La Habana.
La ciudad devendría capital colonial en 1589, perdura hasta nuestros días como una urbe cosmopolita, comunicativa y abierta, que continúa creciendo a partir de su centro originario -- que hoy lleva el nombre de Habana Vieja--. La capital es el principal centro de la vida política, económica y sociocultural de la nación, es sede de las principales instituciones científicas, académicas y culturales del país.
Cinco siglos de existencia, han hecho a la ciudad protagonista de novelas, canciones, poesías y filmes, pero sobre todo, la han convertido en la gran protagonista de los cubanos, quienes vieron como en 1982, su Centro Histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Habana ha sabido conservar el patrimonio arquitectónico de su pasado colonial. Su desarrollo, en la dimensión cultural, social y humana, ha sido piedra angular del Plan Maestro para su rehabilitación y restauración. Este documento es el rector de la labor constructiva y educativa que desde hace 40 años y de manera intencionada, las autoridades cubanas despliegan para conservar la ciudad.
Se complementa con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, el Plan General de Ordenamiento territorial y urbano de La Habana, la Nueva Agenda Urbana y la Tarea Vida para el enfrentamiento al cambio climático.
Se siguen además, pautas establecidas por Naciones Unidas dentro de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 21 y ONU-Habitat. Este último por ejemplo, incluyó a Cuba dentro de su Pergamino de Honor en el año 2018, por implementar de manera positiva cambios territoriales y urbanos e integrarlos en su Nueva Agenda Urbana.
La Exposición que hoy nos reúne: Habana 500 Real y Maravillosa, refleja precisamente emblemáticos lugares de La Habana llenos de historia y vida, donde convergen lo añejo y lo contemporáneo, y en la que se muestra la cultura e identidad de sus habitantes.
Son imágenes tomadas por la lente de Vladimir Molina, fotorreportero de la agencia de noticias Prensa Latina, quien a través de su cámara quiso dejar constancia de los lugares que caracterizan a la ciudad y explican cómo vive su gente.
La capital de la República de Cuba lo tiene todo: palacios, mansiones coloniales, plazas, calles adoquinadas, iglesias, antiguas fortalezas, viejas murallas y muros, edificios elegantes y cuarterías, barrios populares y repartos más refinados así como playas de arenas blancas.
En 2016, la capital cubana fue elegida como «Ciudad Maravilla» durante el concurso anual que convoca la fundación suiza New7Wonders, por su «atractivo mítico, lo cálido y acogedor de su ambiente, y el carisma y jovialidad de sus habitantes».
Ello a pesar de la incidencia del criminal bloqueo estadounidense a la isla, que durante 60 años, ha limitado su desarrollo y viola los derechos humanos de los cubanos. Ese bloqueo, no solo limita el acceso de Cuba a financiamiento para restaurar y conservar su capital, sino también el acceso de nuestros profesionales a instituciones que enriquecerían más su saber hacer.
Es ese bloqueo y esa política de hostigamiento hacia Cuba, los que han hecho que desde el pasado 5 de junio, los ciudadanos estadounidenses no puedan realizar "viajes educativos grupales" a la isla, y por ende, pierdan la posibilidad de conocer esa Habana que siempre los acoge.
Tampoco podrán viajar en barcos de pasajeros, buques recreativos y aeronaves privadas, porque ninguno de esos medios de transporte volverá a tocar el hermoso puerto de la Bahía de La Habana, de mantenerse la decisión del Gobierno de los Estados Unidos, de prohibir su paso por la isla.
Mas La Habana, como buena cubana, seguirá estando ahí. Resistirá el paso de huracanes naturales y de otros que no lo son tanto.
Seguirán en pie su Giraldilla, su Morro, su Malecón. Sus pobladores continuarán recibiendo cálidamente a los visitantes, en un espacio cosmopolita y urbano, pero donde impera el ambiente y el calor de la séptima villa que contaba con tan solo 50 personas entre vecinos y transeúntes, cuando se fundó.
Valga este espacio para honrar a todos aquellos que durante 5 siglos han hecho de La Habana una ciudad de luz: historiadores, arquitectos, ingenieros, constructores y gente común. Pero también a quienes en los últimos 40 años la han elevado a la cualidad de maravillosa: a su historiador Eusebio Leal y al Comandante en Jefe Fidel Castro, quien inspirado por el primero comprendió la importancia de rescatar sus valiosos lugares.
Hoy invitamos a conocerla un poco a aquellos que no la han visitado, y a recordarla a quienes han dejado huella en sus calles. Habana 500. Real y maravillosa, es una exposición hecha con amor para la última de las siete villas fundacionales de la nación cubana.
Es nuestro deseo que la disfruten y que los motive a visitarla, no se arrepentirán. Como decimos en Cuba por esta celebración: “Por La Habana, lo más grande”.
Muchas gracias,