Estimados Co-presidentes,
Excelencias, distinguidas delegaciones,
Mi delegación se suma a las declaraciones pronunciadas por Iraq, a nombre del G77 y China y Palau, a nombre de AOSIS.
Quisiéramos agradecer a los Representantes Permanentes de Zambia, Nepal, México y Noruega, y a sus respectivos equipos, por sus incalculables esfuerzos como facilitadores del documento final de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que condujeron a la finalización del Compromiso de Sevilla.
Resaltamos la transparencia, el desarrollo de negociaciones línea a línea y el compromiso de los facilitadores con el proceso, lo cual permitió un intercambio real entre los Estados miembros.
La adopción del Compromiso de Sevilla representa un paso relevante para reorientar la arquitectura financiera internacional y avanzar hacia una financiación más justa, solidaria y verdaderamente orientada a responder a las necesidades de los países en desarrollo.
La adopción de este documento reafirma la confianza en el multilateralismo, en un contexto donde un país miembro no solo desprecia las Naciones Unidas, sino el Derecho Internacional, la Carta de la ONU y todos aquellos acuerdos multilaterales cuyo objetivo sea el bienestar de la humanidad y el desarrollo sostenible.
Evitaremos abordar las limitaciones del documento. En su lugar deseamos hacer énfasis en sus potencialidades para cerrar la brecha financiera en el camino al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el desarrollo de nuestros países en general.
En ese sentido, respaldamos la inclusión de los principios de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, incluido el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas por primera ocasión en la Agenda de Financiación para el Desarrollo. Su inclusión restaura un equilibrio político clave en las discusiones multilaterales, reconociendo que el desarrollo sostenible no puede desvincularse de las responsabilidades diferenciadas. En ese sentido, reiteramos el llamado a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos no solo en materia de financiación climática sino también de cooperación internacional para el desarrollo.
Nos alienta la reafirmación del papel esencial de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) y los llamados a los países desarrollados a cumplir plenamente sus compromisos históricos, incluyendo el 0.7% del Ingreso Nacional Bruto; así como el reconocimiento a la necesidad de aumentar el componente concesional de la financiación para los países en desarrollo. Es por ello que, luego de la adopción en Sevilla, esperamos ver un aumento en los compromisos de AOD.
Destacamos positivamente el rechazo explícito a las medidas económicas, comerciales o financieras unilaterales, las cuales son contrarias al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas y obstaculizan el desarrollo económico de muchos países, incluido el nuestro. Esto constituye un paso de avance en el reconocimiento por parte de la comunidad internacional del impacto negativo de estas medidas y, por tanto, será una cuestión a la que se le deberá dar seguimiento a través del Foro de Financiación para el Desarrollo u otros espacios donde se revise la implementación de este documento.
Co-presidentes,
La propuesta de iniciar un proceso intergubernamental en las Naciones Unidas, con vistas a formular recomendaciones para abordar las brechas en la arquitectura de la deuda constituye un paso en la dirección correcta. Esta es una demanda histórica de los países en desarrollo, que durante demasiado tiempo han enfrentado crisis de deuda sin contar con mecanismos justos, transparentes, ni inclusivos para su resolución.
Este proceso representa una oportunidad real para que todas las voces sean escuchadas, y donde el desarrollo sostenible y los derechos de nuestros pueblos estén por encima de los intereses financieros. Cuba reitera su firme compromiso con una solución sistémica y estructural al problema de la deuda, y participará activamente en este proceso.
Apoyamos el llamado a democratizar la gobernanza económica global y a fortalecer el papel de las Naciones Unidas en esas cuestiones. Esta transformación debe poner en el centro los intereses y necesidades del Sur Global. Las acciones contenidas en la sección sobre Asuntos sistémicos deben ser impulsadas e implementadas.
Co-presidentes,
El Compromiso de Sevilla no resuelve todos los desafíos que enfrentamos. No obstante, el documento constituye un marco útil para avanzar, siempre que se garantice su plena y coherente implementación, y se traduzcan sus principios en acciones concretas, financiamiento adicional y decisiones políticas valientes.
Cuba reitera su firme compromiso con un orden económico internacional que no reproduzca desigualdades, sino que promueva el desarrollo y la inclusividad.
Adoptamos este documento con espíritu constructivo. Esperamos que su implementación responda verdaderamente a las aspiraciones de los países en desarrollo.
Muchas gracias.