¿No es el pueblo cubano un maravilloso ejemplo que indica el camino a seguir? La voluntad de sobrevivir con dignidad, marcando su solidaridad internacional por un impulso humanista.
por Abdelkader Khelil*
En momentos en el que el mundo entero se encuentra conmocionado por la pandemia del coronavirus, me complace señalar que en materia de salud pública todos coinciden (incluyendo a la OMS) en que el internacionalismo médico de Cuba, este país amigo de Argelia, es una referencia mundial a pesar de las críticas, las cuales provienen de todas partes, de Occidente y de los Estados Unidos, liderado por Donald Trump, pirómano y amante de la guerra, “agente” servil de las finanzas internacionales y del sionismo. Este apóstol de la ultra-violencia del liberalismo salvaje, ha dejado su huella en Afganistán, Irak, Siria, Irán, e incluso intentó meterse con Corea del Norte.
La realidad es que, según las estadísticas del Ministerio cubano de Salud, en 1959 la mitad de los 6000 médicos de la isla emigraron para evitar el gobierno castrista. Para remediar esta hemorragia, Fidel Castro, campeón humanista, estableció un sistema de formación médica revolucionaria y amplia, haciendo de este sector vital junto a la Educación, la Formación, la Investigación y el Deporte, una de las prioridades del país. Desde entonces, la exportación de este conocimiento médico hacia todas las partes del mundo, a la región sur del Caribe y también a los países menos subdesarrollados de África y demás, es una de las primeras fuentes financieras de Cuba. En lo adelante, los galenos y especialistas cubanos han cumplido misión en una docena de países africanos y de América Latina.
En otras palabras, las páginas del internacionalismo médico cubano son numerosas y gloriosas, comenzando por el envío de misiones a Argelia desde 1963y durante los años ochenta, siendo la ayuda brindada a las víctimas de Chernóbil el mejor ejemplo.
BLOQUEO: POLÍTICA INMORAL, ILEGAL E INJUSTA
Este enorme gesto humanitario es tan excepcional si se tiene en cuenta que comenzó con la “perestroika” (como se denominó a las reformas económicas y sociales) implementada por el presidente Mikhail Gorbachov y que dieron lugar al desmantelamiento de la Unión Soviética, teniendo como consecuencia perdidas considerables en el ámbito comercial cubano que se encontraba bajo el bloqueo estadounidense y occidental. Este bloqueo, de ya cerca de sesenta años, afectó seriamente de manera negativa los motores e incentivos de la economía cubana, estando entre los primeros sectores el turismo, las inversiones extranjeras directas, las transferencias de divisas, la industria farmacéutica y la biotecnología, en las que Cuba posee un gran y atractivo potencial. La reducción de disponibilidad de bienes ha exacerbado las privaciones y carencias de la población, lo que amenaza permanentemente su seguridad alimentaria, su equilibrio nutricional y su estado de salud.
Este drama humanitario que parece ser el objetivo implícito del bloqueo, solo se ha podido evitar gracias a la voluntad del Estado cubano de mantener a toda costa los pilares de su modelo social y económico, que garantiza a todos una alimentación básica a precios módicos, así como el consumo gratuito en los círculos infantiles, escuelas, hospitales y hogares para el adulto mayor. Esta es la reafirmación de la prioridad dada al desarrollo humano y que explica la excelencia en los indicadores estadísticos del mismo en Cuba, en materia de salud, educación, investigación, y notablemente en la cultura, y todo esto a pesar de los recursos presupuestarios en extremo limitados, así como los múltiples problemas causados por la desaparición del bloque soviético. ¡Y aún así! A pesar del intolerable bloqueo, los cubanos tienen una esperanza de vida superior a la de sus “carceleros” yanquis. Sin embargo, la búsqueda de progresos sociales en Cuba se ve comprometida por la extensión efectiva del bloqueo que provoca injustificables penurias al pueblo cubano.
Reclamado por una mayoría aplastante de la comunidad internacional en la Asamblea General de Naciones Unidos del 7 de noviembre de 2019 por vigésimo-octavo año consecutivo (187 votos a favor, contra las oposiciones de Estados Unidos, Israel y Brasil, y la abstención de Colombia y Ucrania), el levantamiento inmediato del bloqueo no ha sido respetado. Y pensar que en 2015 el mundo felicitaba la decisión histórica y memorable de los Estados Unidos liderados por Obama y de Cuba de reestablecer sus relaciones diplomáticas. Para muchos países amantes de la libertad, la paz y la justicia, era el inicio de una coexistencia plena de esperanza y aspiraciones. ¡Lástima! Con la llegada de Trump, las esperanzas se desvanecieron y las aspiraciones de levantamiento del bloqueo ilegal e injusto que condena al pueblo cubano desde hace cerca de sesenta años, se desvanecieron.
ANTE TODO,SOLIDARIDAD SOCIAL E INTERNACIONAL
A pesar de esto, se impone constatar que este pequeño país del Caribe con una superficie de apenas 114.500 km2para una población de 11,5 millones de habitantes, más pequeña que la provincia argelina de Bechar (162.200 km2 con 275.000 habitantes), con no menos de 34 universidades de medicina, ubica por su espíritu humanista la solidaridad social e internacional por delante de otras consideraciones. ¿No es cierto que fueron las autoridades cubanas quienes aceptaron acoger el pasado 18 de marzo de 2020 al crucero británico que nadie quería recibir, incluso sus “aliados naturales” estadounidenses, más preocupados por darle seguimiento al “yoyo” de la bolsa? En estos momentos de crisis pandémica, incluso las sociedades occidentales pasmadas por estas actitudes egoístas, redescubren las virtudes de la ayuda mutua y la solidaridad. Exportando sus habilidades, los galenos cubanos afrontan de manera admirable el reto del bloqueo, propinando una “bofetada sangrienta” a Trump, ese oligarca impenitente que no comprende de valores humanos de solidaridad y de compartir los bienes comunes de la Humanidad.
Italia, país más afectado por el coronavirus, comprendió que no debía esperar nada de sus vecinos europeos que chapotean en el “lodo”. Convocó a unos cincuenta galenos cubanos que llegaron el 21 de marzo de 2020, con el fin de ayudar al personal médico de Lombardía, siendo esta región italiana la que cuenta con mayor número de victimas. La llegada de los cubanos fue ampliamente celebrada por la prensa transalpina. En una edición del diario “La Stampa”, la escritora Antonella Boraveli escribió: “Los turistas occidentales siempre han visitado Cuba con esa superioridad disfrazada de empatía, que se esconde tras frases asesinas como: «miren como vive esta pobre gente». Ahora somos nosotros esa pobre gente. Nosotros, Italia, un país rico. Nosotros que hubiésemos podido frenar este virus a tiempo (…)”. Y añadió: “Los médicos cubanos que ha venido a arriesgar su vida por nosotros han sido recibidos con aplausos, primero inseguros y luego estruendosos.”
Reconocidos por su competencia, los médicos cubanos fueron llamados a prestar ayuda también en otros países afectados por la pandemia: España, Jamaica y Nicaragua. En Francia, diputados de diversas tendencias políticas escribieron al primer ministro Edouard Phillipe para solicitar con urgencia ayuda cubana en el enfrentamiento a la epidemia del coronavirus. Los galenos cubanos ya están autorizados a intervenir en Martinica, lo que ha constituido una verdadera vergüenza para el “gallito francés”, que se negó a pedir ayuda a este pequeño Estado socialista caribeño, considerado hasta ahora como un país miserable ahogado en la ruina por culpa de los yanquis. Se sabe también que en esa Francia dadivosa de lecciones, el Centro Hospitalario Universitario de Dijon busca costureras para confeccionar blusas reutilizables y que el Gobierno decidió importar un millón de mascarillas hechas en China. Tomemos nota de que en Cuba, que aun no sale de su “confinamiento político”, las últimas cifras de contaminación por coronavirus muestran 40 casos de personas contagiadas y solo un fallecido. O como se dice: “no hay mal que por bien no venga”.
Por otra parte, la revista americana Newsweek reporta que un medicamento nombrado “Interferón Alpha-2b Recombinante”, fue desarrollado por científicos cubanos y chinos. La utilización de este producto “previene el agravamiento y las complicaciones en pacientes afectados por esta enfermedad y que corren riesgo de muerte”, declaró el experto cubano en biotecnología Luis Herrera Martínez, en un artículo del blog de prensa de la Universidad de Yale. Si su efectividad para tratar este coronavirus no ha sido demostrada aún, ya lo fue anteriormente contra otros virus similares. En efecto, Cuba ha utilizado técnicas avanzadas con el Interferón para tratar el dengue, combatir el VIH, el papiloma humano y otras enfermedades. Este fue seleccionado por la Comisión Nacional China de Salud, junto a otros 30 medicamentos, para tratar el coronavirus. En cuanto a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudiará la eficiencia del Interferón, así como de otros tres medicamentos, contra el coronavirus, reportó hoy Newsweek.
LECCIONES A PARTIR DE LA EXPERIENCIA CUBANA
Es bueno recordar a los responsables y gobernantes de nuestro país, este ejemplo cubano que parece demostrar cómo gracias a la determinación de un pueblo el mundo podría sobrevivir; un pueblo que ha sido confinado contra su voluntad a su territorio durante seis décadas y no debido al coronavirus, sino a presidentes estadounidenses en especial el más reciente, el odioso Trump, gendarme del “doble racero”, desprovisto de todo sentimiento humanista.
Es por esto que debe existir una administración aceptable y dirigida por hombres y mujeres íntegros, no demagogos ni oportunistas, gente que ponga los intereses públicos y el bien común por delante de cualquier otra consideración. Con este fin, deben dar la espalda y combatir enérgicamente todas las ideologías y políticas destinadas únicamente al servicio egoísta, de la depredación de riquezas de sus países, haciendo un llamado a hombres y mujeres que siempre se han negado a ser comisarios celosos del Estado, conscientes y/o inconscientes del gran capital ultra-liberal explotador y rentista, ya sea laico o pseudo-religioso, a imagen de esos islamistas corruptos y corruptores.
Se debe convocar a aquellos hombres y mujeres sin etiquetas ostentadas que solo tendrán como primera preocupación defender su país y su pueblo, creyendo que solo sus grandes capacidades humanas, su inteligencia, sus habilidades, su modernismo y su sed de conocer todas las técnicas que les permitan progresar, desarrollarse y luchar contra la miseria, la pobreza y el subdesarrollo material e inmaterial.
Al final, solos los hombres y mujeres con el temple de Fidel Castro y su valiente pueblo, que tienen lo HUMANO clavado en el cuerpo y que son guiados por una ideología clara y progresista, podrán construir individual y colectivamente el bienestar para todos…Sin excluir las relaciones de cooperación internacional inscritas en el respeto mutuo y el principio “ganar- ganar”, nuestro futuro luego de la pandemia se encuentran al lado de nuestros amigos de siempre, aquellos que nos ayudaron durante la guerra de liberación nacional y en primer lugar, China, Cuba, Rusia, Vietnam…Ciertamente no con “nuestros hermanos” del Golfo, liderados por la Monarquía saudí, sus reyezuelos que se confabulan con Trump y Netanyahu para liquidar el petróleo bajo orden de su mentor, que bombea desde la naturaleza, sin consideración, el gas y el petróleo de esquisto .
Este vaquero priva también al mártir pueblo palestino de su derecho a la vida en un Estado nacional soberano.
A partir de esta experiencia cubana, podemos decir que el capital humano tiene más valor e impacto, que es más importante el bienestar de una sociedad que el capital financiero explotador y especulador de accionistas de las grandes multinacionales, incluyendo aquellas que intervienen en la investigación médica. He aquí la primera lección que debemos aprender. Esto quiere decir que debemos alejarnos lo más pronto posible del espejismo de la globalización inhumana y de la carrera desenfrenada hacia el enriquecimiento fácil, que ha hecho perder a numerosos países los valores humanos fundamentales y nuestro país no queda excluido.
Será necesario incluso que recordemos que el capital humano implica no solamente conocimientos, sino también consciencia, ética, solidaridad, todos los sentimientos humanos a los que debemos añadir el espíritu de sacrificio. Esta segunda prioridad es la movilización de todos nuestros recursos humanos internos y externos, sin exclusividad ni cálculos básicamente políticos.
Todo esto denota el serio trabajo que debemos cumplir para nivelar nuestro sector de la salud, pero también la investigación científica y la tecnología, a lo que se añade la seguridad alimentaria; esos sectores que hemos destruido a consciencia desde los años ochenta y cuyo ritmo se aceleró con la llegada del “bouteflikismo”...Considerables esfuerzos se esperan de los nuevos dirigentes a los que el pueblo parece otorgarle una justa prórroga. Deben mostrar su buena voluntad con respecto a la ruptura de todo el sistema rentista y depredador que provocó la perdida de nuestras marcas y coordenadas humanistas precedentes como sociedad. La restaurada y rehabilitada escuela argelina, en su dimensión ciudadana, debe estar en el corazón de la gran obra a comenzar, ya que el mañana se construirá con acciones más y más solidarias y actuantes, o con distanciamientos sociales de gran riesgo. Teniendo en cuenta la elección pertinente del sistema de administración se juzgarán las políticas públicas y la reactividad de los gestores de la vida pública.
En este caso, el reto será evitar dejar al margen del funcionamiento del país a sectores enteros de nuestra sociedad. Cohesión social,igualdad de oportunidades, equidad y solidaridad son las palabras maestras en la conducción de las políticas públicas. Muchos más hospitales, mejor enmarcados y operacionales, y menos betún, parece ser la elección a tomar...
¡Sí! Para nosotros también es determinante el capital humano y esos que durante las ultimas dos décadas han favorecido su partida al exilio deben asumir la pesada responsabilidad ante la Historia. Aquellos que optaron por dilapidar las riquezas de “su” país en detrimento de un desarrollo auténtico para todos... ¿seremos capaces esta vez de medir el gran desafío?
Para terminar, diría: “...Gloria a ti, maravilloso pueblo cubano, hormiga ingeniosa durante más de medio siglo de resistencia heroica al bloqueo injusto que se te fue impuesto por los yanquis arrogantes y amantes de la guerra. Gloria a tu dirigente Fidel Castro, el valeroso comandante que supo de manera simple y mediante ejemplo, indicar el camino a seguir a aquellos que así lo quieren...el camino del honor, la dignidad y la confianza para sobrevivir en los pueblos libres y soberanos...Él murió como vivió, Grande entre los más Grandes del siglo XXI, en su hogar, en su lecho, y me complace subrayarlo. Ciertamente, la historia de los justos evocará su nombre y siempre lo recordaremos...”
En momentos en el que el mundo entero se encuentra conmocionado por la pandemia del coronavirus, me complace señalar que en materia de salud pública todos coinciden (incluyendo a la OMS) en que el internacionalismo médico de Cuba, este país amigo de Argelia, es una referencia mundial a pesar de las críticas, las cuales provienen de todas partes, de Occidente y de los Estados Unidos, liderado por Donald Trump, pirómano y amante de la guerra, “agente” servil de las finanzas internacionales y del sionismo. Este apóstol de la ultra-violencia del liberalismo salvaje, ha dejado su huella en Afganistán, Irak, Siria, Irán, e incluso intentó meterse con Corea del Norte.
La realidad es que, según las estadísticas del Ministerio cubano de Salud, en 1959 la mitad de los 6000 médicos de la isla emigraron para evitar el gobierno castrista. Para remediar esta hemorragia, Fidel Castro, campeón humanista, estableció un sistema de formación médica revolucionaria y amplia, haciendo de este sector vital junto a la Educación, la Formación, la Investigación y el Deporte, una de las prioridades del país. Desde entonces, la exportación de este conocimiento médico hacia todas las partes del mundo, a la región sur del Caribe y también a los países menos subdesarrollados de África y demás, es una de las primeras fuentes financieras de Cuba. En lo adelante, los galenos y especialistas cubanos han cumplido misión en una docena de países africanos y de América Latina.
En otras palabras, las páginas del internacionalismo médico cubano son numerosas y gloriosas, comenzando por el envío de misiones a Argelia desde 1963y durante los años ochenta, siendo la ayuda brindada a las víctimas de Chernóbil el mejor ejemplo.
BLOQUEO: POLÍTICA INMORAL, ILEGAL E INJUSTA
Este enorme gesto humanitario es tan excepcional si se tiene en cuenta que comenzó con la “perestroika” (como se denominó a las reformas económicas y sociales) implementada por el presidente Mikhail Gorbachov y que dieron lugar al desmantelamiento de la Unión Soviética, teniendo como consecuencia perdidas considerables en el ámbito comercial cubano que se encontraba bajo el bloqueo estadounidense y occidental. Este bloqueo, de ya cerca de sesenta años, afectó seriamente de manera negativa los motores e incentivos de la economía cubana, estando entre los primeros sectores el turismo, las inversiones extranjeras directas, las transferencias de divisas, la industria farmacéutica y la biotecnología, en las que Cuba posee un gran y atractivo potencial. La reducción de disponibilidad de bienes ha exacerbado las privaciones y carencias de la población, lo que amenaza permanentemente su seguridad alimentaria, su equilibrio nutricional y su estado de salud.
Este drama humanitario que parece ser el objetivo implícito del bloqueo, solo se ha podido evitar gracias a la voluntad del Estado cubano de mantener a toda costa los pilares de su modelo social y económico, que garantiza a todos una alimentación básica a precios módicos, así como el consumo gratuito en los círculos infantiles, escuelas, hospitales y hogares para el adulto mayor. Esta es la reafirmación de la prioridad dada al desarrollo humano y que explica la excelencia en los indicadores estadísticos del mismo en Cuba, en materia de salud, educación, investigación, y notablemente en la cultura, y todo esto a pesar de los recursos presupuestarios en extremo limitados, así como los múltiples problemas causados por la desaparición del bloque soviético. ¡Y aún así! A pesar del intolerable bloqueo, los cubanos tienen una esperanza de vida superior a la de sus “carceleros” yanquis. Sin embargo, la búsqueda de progresos sociales en Cuba se ve comprometida por la extensión efectiva del bloqueo que provoca injustificables penurias al pueblo cubano.
Reclamado por una mayoría aplastante de la comunidad internacional en la Asamblea General de Naciones Unidos del 7 de noviembre de 2019 por vigésimo-octavo año consecutivo (187 votos a favor, contra las oposiciones de Estados Unidos, Israel y Brasil, y la abstención de Colombia y Ucrania), el levantamiento inmediato del bloqueo no ha sido respetado. Y pensar que en 2015 el mundo felicitaba la decisión histórica y memorable de los Estados Unidos liderados por Obama y de Cuba de reestablecer sus relaciones diplomáticas. Para muchos países amantes de la libertad, la paz y la justicia, era el inicio de una coexistencia plena de esperanza y aspiraciones. ¡Lástima! Con la llegada de Trump, las esperanzas se desvanecieron y las aspiraciones de levantamiento del bloqueo ilegal e injusto que condena al pueblo cubano desde hace cerca de sesenta años, se desvanecieron.
ANTE TODO,SOLIDARIDAD SOCIAL E INTERNACIONAL
A pesar de esto, se impone constatar que este pequeño país del Caribe con una superficie de apenas 114.500 km2para una población de 11,5 millones de habitantes, más pequeña que la provincia argelina de Bechar (162.200 km2 con 275.000 habitantes), con no menos de 34 universidades de medicina, ubica por su espíritu humanista la solidaridad social e internacional por delante de otras consideraciones. ¿No es cierto que fueron las autoridades cubanas quienes aceptaron acoger el pasado 18 de marzo de 2020 al crucero británico que nadie quería recibir, incluso sus “aliados naturales” estadounidenses, más preocupados por darle seguimiento al “yoyo” de la bolsa? En estos momentos de crisis pandémica, incluso las sociedades occidentales pasmadas por estas actitudes egoístas, redescubren las virtudes de la ayuda mutua y la solidaridad. Exportando sus habilidades, los galenos cubanos afrontan de manera admirable el reto del bloqueo, propinando una “bofetada sangrienta” a Trump, ese oligarca impenitente que no comprende de valores humanos de solidaridad y de compartir los bienes comunes de la Humanidad.
Italia, país más afectado por el coronavirus, comprendió que no debía esperar nada de sus vecinos europeos que chapotean en el “lodo”. Convocó a unos cincuenta galenos cubanos que llegaron el 21 de marzo de 2020, con el fin de ayudar al personal médico de Lombardía, siendo esta región italiana la que cuenta con mayor número de victimas. La llegada de los cubanos fue ampliamente celebrada por la prensa transalpina. En una edición del diario “La Stampa”, la escritora Antonella Boraveli escribió: “Los turistas occidentales siempre han visitado Cuba con esa superioridad disfrazada de empatía, que se esconde tras frases asesinas como: «miren como vive esta pobre gente». Ahora somos nosotros esa pobre gente. Nosotros, Italia, un país rico. Nosotros que hubiésemos podido frenar este virus a tiempo (…)”. Y añadió: “Los médicos cubanos que ha venido a arriesgar su vida por nosotros han sido recibidos con aplausos, primero inseguros y luego estruendosos.”
Reconocidos por su competencia, los médicos cubanos fueron llamados a prestar ayuda también en otros países afectados por la pandemia: España, Jamaica y Nicaragua. En Francia, diputados de diversas tendencias políticas escribieron al primer ministro Edouard Phillipe para solicitar con urgencia ayuda cubana en el enfrentamiento a la epidemia del coronavirus. Los galenos cubanos ya están autorizados a intervenir en Martinica, lo que ha constituido una verdadera vergüenza para el “gallito francés”, que se negó a pedir ayuda a este pequeño Estado socialista caribeño, considerado hasta ahora como un país miserable ahogado en la ruina por culpa de los yanquis. Se sabe también que en esa Francia dadivosa de lecciones, el Centro Hospitalario Universitario de Dijon busca costureras para confeccionar blusas reutilizables y que el Gobierno decidió importar un millón de mascarillas hechas en China. Tomemos nota de que en Cuba, que aun no sale de su “confinamiento político”, las últimas cifras de contaminación por coronavirus muestran 40 casos de personas contagiadas y solo un fallecido. O como se dice: “no hay mal que por bien no venga”.
Por otra parte, la revista americana Newsweek reporta que un medicamento nombrado “Interferón Alpha-2b Recombinante”, fue desarrollado por científicos cubanos y chinos. La utilización de este producto “previene el agravamiento y las complicaciones en pacientes afectados por esta enfermedad y que corren riesgo de muerte”, declaró el experto cubano en biotecnología Luis Herrera Martínez, en un artículo del blog de prensa de la Universidad de Yale. Si su efectividad para tratar este coronavirus no ha sido demostrada aún, ya lo fue anteriormente contra otros virus similares. En efecto, Cuba ha utilizado técnicas avanzadas con el Interferón para tratar el dengue, combatir el VIH, el papiloma humano y otras enfermedades. Este fue seleccionado por la Comisión Nacional China de Salud, junto a otros 30 medicamentos, para tratar el coronavirus. En cuanto a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudiará la eficiencia del Interferón, así como de otros tres medicamentos, contra el coronavirus, reportó hoy Newsweek.
LECCIONES A PARTIR DE LA EXPERIENCIA CUBANA
Es bueno recordar a los responsables y gobernantes de nuestro país, este ejemplo cubano que parece demostrar cómo gracias a la determinación de un pueblo el mundo podría sobrevivir; un pueblo que ha sido confinado contra su voluntad a su territorio durante seis décadas y no debido al coronavirus, sino a presidentes estadounidenses en especial el más reciente, el odioso Trump, gendarme del “doble racero”, desprovisto de todo sentimiento humanista.
Es por esto que debe existir una administración aceptable y dirigida por hombres y mujeres íntegros, no demagogos ni oportunistas, gente que ponga los intereses públicos y el bien común por delante de cualquier otra consideración. Con este fin, deben dar la espalda y combatir enérgicamente todas las ideologías y políticas destinadas únicamente al servicio egoísta, de la depredación de riquezas de sus países, haciendo un llamado a hombres y mujeres que siempre se han negado a ser comisarios celosos del Estado, conscientes y/o inconscientes del gran capital ultra-liberal explotador y rentista, ya sea laico o pseudo-religioso, a imagen de esos islamistas corruptos y corruptores.
Se debe convocar a aquellos hombres y mujeres sin etiquetas ostentadas que solo tendrán como primera preocupación defender su país y su pueblo, creyendo que solo sus grandes capacidades humanas, su inteligencia, sus habilidades, su modernismo y su sed de conocer todas las técnicas que les permitan progresar, desarrollarse y luchar contra la miseria, la pobreza y el subdesarrollo material e inmaterial.
Al final, solos los hombres y mujeres con el temple de Fidel Castro y su valiente pueblo, que tienen lo HUMANO clavado en el cuerpo y que son guiados por una ideología clara y progresista, podrán construir individual y colectivamente el bienestar para todos…Sin excluir las relaciones de cooperación internacional inscritas en el respeto mutuo y el principio “ganar- ganar”, nuestro futuro luego de la pandemia se encuentran al lado de nuestros amigos de siempre, aquellos que nos ayudaron durante la guerra de liberación nacional y en primer lugar, China, Cuba, Rusia, Vietnam…Ciertamente no con “nuestros hermanos” del Golfo, liderados por la Monarquía saudí, sus reyezuelos que se confabulan con Trump y Netanyahu para liquidar el petróleo bajo orden de su mentor, que bombea desde la naturaleza, sin consideración, el gas y el petróleo de esquisto .
Este vaquero priva también al mártir pueblo palestino de su derecho a la vida en un Estado nacional soberano.
A partir de esta experiencia cubana, podemos decir que el capital humano tiene más valor e impacto, que es más importante el bienestar de una sociedad que el capital financiero explotador y especulador de accionistas de las grandes multinacionales, incluyendo aquellas que intervienen en la investigación médica. He aquí la primera lección que debemos aprender. Esto quiere decir que debemos alejarnos lo más pronto posible del espejismo de la globalización inhumana y de la carrera desenfrenada hacia el enriquecimiento fácil, que ha hecho perder a numerosos países los valores humanos fundamentales y nuestro país no queda excluido.
Será necesario incluso que recordemos que el capital humano implica no solamente conocimientos, sino también consciencia, ética, solidaridad, todos los sentimientos humanos a los que debemos añadir el espíritu de sacrificio. Esta segunda prioridad es la movilización de todos nuestros recursos humanos internos y externos, sin exclusividad ni cálculos básicamente políticos.
Todo esto denota el serio trabajo que debemos cumplir para nivelar nuestro sector de la salud, pero también la investigación científica y la tecnología, a lo que se añade la seguridad alimentaria; esos sectores que hemos destruido a consciencia desde los años ochenta y cuyo ritmo se aceleró con la llegada del “bouteflikismo”...Considerables esfuerzos se esperan de los nuevos dirigentes a los que el pueblo parece otorgarle una justa prórroga. Deben mostrar su buena voluntad con respecto a la ruptura de todo el sistema rentista y depredador que provocó la perdida de nuestras marcas y coordenadas humanistas precedentes como sociedad. La restaurada y rehabilitada escuela argelina, en su dimensión ciudadana, debe estar en el corazón de la gran obra a comenzar, ya que el mañana se construirá con acciones más y más solidarias y actuantes, o con distanciamientos sociales de gran riesgo. Teniendo en cuenta la elección pertinente del sistema de administración se juzgarán las políticas públicas y la reactividad de los gestores de la vida pública.
En este caso, el reto será evitar dejar al margen del funcionamiento del país a sectores enteros de nuestra sociedad. Cohesión social,igualdad de oportunidades, equidad y solidaridad son las palabras maestras en la conducción de las políticas públicas. Muchos más hospitales, mejor enmarcados y operacionales, y menos betún, parece ser la elección a tomar...
¡Sí! Para nosotros también es determinante el capital humano y esos que durante las ultimas dos décadas han favorecido su partida al exilio deben asumir la pesada responsabilidad ante la Historia. Aquellos que optaron por dilapidar las riquezas de “su” país en detrimento de un desarrollo auténtico para todos... ¿seremos capaces esta vez de medir el gran desafío?
Para terminar, diría: “...Gloria a ti, maravilloso pueblo cubano, hormiga ingeniosa durante más de medio siglo de resistencia heroica al bloqueo injusto que se te fue impuesto por los yanquis arrogantes y amantes de la guerra. Gloria a tu dirigente Fidel Castro, el valeroso comandante que supo de manera simple y mediante ejemplo, indicar el camino a seguir a aquellos que así lo quieren...el camino del honor, la dignidad y la confianza para sobrevivir en los pueblos libres y soberanos...Él murió como vivió, Grande entre los más Grandes del siglo XXI, en su hogar, en su lecho, y me complace subrayarlo. Ciertamente, la historia de los justos evocará su nombre y siempre lo recordaremos...”
* Profesor
1. Extracto de mi novela «cigarras medusas» Sarah Edition - 2017
(Tomado de Le Quotidien d'Oran, Traducción EmbaCuba-Argelia)