UNA POLÍTICA EXTERIOR FIEL A SUS PRINCIPIOS Y A SU REVOLUCION
Como instrumento de la política exterior de Cuba y para enfrentar la ofensiva hostil de los Estados Unidos, se creó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba el 23 de diciembre de 1959 mediante la Ley 663. La nueva institución sustituyó al Ministerio de Estado, dependencia que existía desde la época de la primera ocupación yanqui y que había sido diseñada para servir a los intereses de Estados Unidos, en aras de llevar a cabo una política exterior servil y que por supuesto no estaba en capacidad de satisfacer la política y los imperativos de la política exterior de la naciente Revolución.
La decisión, a propuesta de Raúl Roa hace hoy 58 años, iba más allá de un cambio de nombre del organismo encargado de ejecutar la política exterior en la nueva Cuba. Simbolizó la firme posición de independencia, soberanía y justicia social que caracterizaría el quehacer de la institución.
Raúl Roa, su primer timonel, ya había estado cinco meses antes en Santiago de Chile, defendiendo los principios de la Revolución, en una reunión de cancilleres de la OEA, organismo que fue el primer intento de Washington de ejecutar su política para destruir a la Revolución.
En su puesto de Ministro emprendió aquella épica batalla en la Organización de Naciones Unidas, durante los días de la invasión norteamericana en Playa Girón, contra el delegado yanqui a quien literalmente vapuleó. Roa refutó todas las mentiras de Estados Unidos y demostró que la invasión mercenaria había sido organizada y entrenada por la Agencia Central de Inteligencia, CIA. Hizo justicia en esa batalla y las demás que librara en el escenario internacional, al apelativo que los pueblos de nuestra América y el mundo le dieron: Canciller de la Dignidad, sobrenombre que ganó en la reunión de la OEA en San José, Costa Rica, durante 1960.
La misión del MINREX ha sido desde su creación misma, la ejecución de la política exterior del país y contribuir a su elaboración. De igual manera promover y defender, en las relaciones internacionales, los principios, valores e intereses que la sustentan, basados en los lineamientos que emanan de la política de las máximas instancias del Partido Comunista de Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado.
La fundación del MINREX, siguiendo la guía del líder de la Revolución cubana Fidel Castro, respondió al concepto basado en las tradiciones de las luchas revolucionarias, y durante estas décadas ha mostrado un alto reconocimiento internacional, prestigio, autoridad y amplio respaldo solidario. No hubo diplomático más digno, más habilidoso en la negociación, más claro en sus ideas, que nuestro Comandante en Jefe. En muchas ocasiones nuestro pueblo lo vio conducir personalmente importantes batallas, siempre para salir victorioso de ellas y dejar muy en alto el nombre de Cuba.
Como expresara el presidente cubano Raúl Castro, en su intervención en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, "la política exterior de la Revolución cubana seguirá siendo fiel a sus principios".
Cuba ha utilizado todas las tribunas internacionales para condenar el injusto orden económico internacional; toda práctica colonialista, hegemonista, injerencista y discriminatoria en las relaciones internacionales, así como cualquier amenaza a la paz. De manera enérgica, Cuba ha rechazado siempre el empleo de la fuerza, la agresión, la adopción de medidas coercitivas unilaterales, cualquier forma de terrorismo y de discriminación por razones de raza, credo u opinión. Asimismo, la política exterior de la Revolución ha enfrentado con la verdad, las más férreas campañas mediáticas orquestadas en materia de derechos humanos y otras, y ha rechazado las acciones de la contrarrevolución aupada por los intereses hegemonistas de los Estados Unidos.
Nuestra isla ha mantenido su índice acusador contra el injusto bloqueo económico, financiero y comercial a que es sometida por parte del gobierno de los Estados Unidos; así como también contra las numerosas leyes, decretos presidenciales y regulaciones emitidos por el Congreso y gobierno de ese país, con el objetivo criminal de rendir por hambre y necesidades al pueblo cubano, cosa que jamás sucederá.
La justeza de la política exterior de la Revolución Cubana, de la cual el Ministerio de Relaciones Exteriores es ejecutor, está avalada por la posición solidaria de Cuba con todos los pueblos del mundo especialmente del Tercer Mundo. Prueba de ello es que tenemos actualmente relaciones con 194 países y estamos integrados a todas las organizaciones internacionales del sistema de Naciones Unidas.
Cuba se adhiere a los principios básicos del Derecho Internacional: el respeto a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de los Estados; la autodeterminación de los pueblos; y el rechazo a la injerencia en los asuntos internos de otras naciones. Los pilares de la política exterior de la nación cubana son el internacionalismo, el antiimperialismo, la solidaridad y la unidad entre los países del Tercer Mundo.
En un día como hoy, los diplomáticos cubanos, que hemos aprendido del ejemplo de las enseñanzas del mejor Profesor que pudimos tener, nuestro invencible Comandante en Jefe, reafirmamos nuestro compromiso de honrar su legado, que será siempre una fuente de inspiración y de experiencia para los que tenemos el inmenso privilegio de continuar la batalla diplomática en defensa de los principios que sustentan la Revolución cubana.
¡Viva la diplomacia revolucionaria!
¡Viva la Revolucion Cubana!,
¡Vivan Fidel y Raúl!