Autor: Madeleine Sautié
A los 84 años de edad falleció el intelectual Rolando López del Amo, poeta y diplomático, y también profesor de literatura, fundador de la Editora Política, y directivo en diversos frentes del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La noticia trascendió en la cuenta de Twitter de la Uneac, en la que se expresa: «El Instituto Cubano del Libro y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba lamentan profundamente el deceso en esta capital del destacado intelectual y diplomático».
Autor de más de 10 poemarios y numerosos artículos periodísticos, su pluma, al servicio de la Revolución y la cultura, firmó trabajos en diversos medios de prensa, entre ellos, Hoy, Granma, Verde Olivo, Bohemia y Casa de las Américas y fue embajador de Cuba en Naciones Unidas y la UNESCO y en China, Paquistán, Sri Lanka, Maldivas y Myanmar.
En una ocasión, y a propósito de la presentación de su poemario Cercanas lejanías, escrito desde la tercera edad, López del Amo conversó con Granma: «Cuando uno es joven está lleno de proyectos, de aspiraciones, de cosas que quisiera ver hechas y entonces todo está por construir. Son los tiempos de encontrar los amores, de fundar la familia, de buscarle el sentido a la vida, de pensar qué vas a hacer con la sociedad en que vives y la responsabilidad que tienes con el tiempo en que te tocó vivir y vas descubriendo a veces con éxito, y otras con fracasos, el mundo. De pronto te das cuenta de que el tiempo pasó y ya llegó al final de la carrera», refirió entonces.
En un aparte, y seguro de no renunciar jamás a empezar proyectos, aseguró: «el alma del poeta se enriquece de experiencias vividas. Creo que uno siempre tiene que mirar la vida con inocencia como se miran las cosas por primera vez».
En redes sociales numerosos son los mensajes que colegas y amigos han emitido lamentando su muerte. «Paz para el poeta y el hombre sereno y caballeroso», escribió el escritor Rogelio Riverón, director de Letras Cubanas. «Que la paz le acompañe y complete su probada serenidad y decencia. Mis condolencias a familiares y amigos», escribió Alberto Edel Morales.
Como un hombre de valores esenciales lo recordó el artista de la plástica Manuel López Oliva: Tuvo clara conciencia de sus deberes y realidades, tenía la delicadeza necesaria para ejercer con firmeza sus principios, y nunca asumió esquemas o estereotipos en calidad de «caballos de batalla». (…). Se ha perdido bastante con su retirada. Sus amigos y quienes se cuenten entre los justos siempre le recordaremos».
Tomado de: Granma