Visitamos el lugar donde se elaboran los tabacos más caros del mundo y descubrimos qué les da su sabor específico.
Miljana Isailović 02 mayo 202420:00 3
El producto más reconocible de Cuba son los puros, anhelados por fumadores de todo el mundo porque en este país
El ex líder cubano Fidel Castro, que aparecía por todas partes con un tabaco en la boca, también contribuyó a la fama de los puros cubanos. El legendario Ernesto Guevara también los fumaba, e independientemente de la actitud hacia este país, que lleva décadas bajo las sanciones de Estados Unidos y sus aliados, muchos políticos y celebridades mundiales tampoco renuncian a ellos. Los cubanos también los adoran y tienen el privilegio de fumar a sus anchas los cigarros que los extranjeros pagan caros, mientras ellos carecen de las necesidades básicas de la vida, incluido el pan.
El periodista Nova tuvo la oportunidad de visitar una finca tabacalera de donde se elaboran las marcas de puros de la más alta calidad y presenciar la elaboración de un original cigarro cubano.
Tabaco en la secadora Foto: Miljana Isailović/Nova, rs
Padre e hijo Sergio y Benito cultivan tabaco desde hace generaciones en su finca de Viñales, en la provincia de Pinar del Río, a unos trescientos kilómetros de La Habana. Aunque su producto se utiliza para fabricar cigarros que se venden caros en el mundo, esta familia no se enriqueció con su arduo trabajo porque el Estado se queda con casi toda su producción, conservando el derecho discrecional de fijar el precio que quiera.
Foto del granjero Benito: Miljana Isailović/Nova, RS
Mientras que antes los cigarros los hacían chicas jóvenes liando tabaco sobre sus muslos, ahora el proceso es mucho más higiénico. Benito explica que aún hoy se dice que cuanto más joven y bonita es la niña, mejores son los puros, pero él utiliza una tabla para enrollar el puro sobre la que primero corta las hojas con un machete y luego las enrolla hasta darles una forma reconocible.
"Después de limpiar el tabaco, se baja y se coloca en la secadora. Sin embargo, tenemos que esperar a la temporada de lluvias para que las hojas se ablanden y podamos liar puros. Nuestro tabaco es el mejor del mundo por su suelo rico en hierro, de ahí su característico color rojo. El clima también favorece la calidad del tabaco debido a las variaciones de temperatura que superan los 30 grados durante el día y descienden notablemente durante la noche, por lo que este desequilibrio favorece a esta planta. Todo esto influye en la creación de aromas en nuestro tabaco que lo convierten en el mejor del mundo”, dice Benito mientras elabora un cigarro.
Teniendo en cuenta que los agricultores tienen un contrato con el Estado que debían celebrar, al final de la temporada se les quita casi todo lo que producen. Venden una cantidad simbólica a los turistas, pero no les permiten ponerles un anillo a los puros porque ese es un derecho exclusivo de las fábricas estatales.
"Nuestro tabaco se utiliza para elaborar las famosas marcas de puros cubanos "Cohiba", "Monte Cristo", "Romeo y Julieta". Nuestro tabaco se utiliza para elaborar el interior de los puros y se envuelve con las hojas de esta planta que crece en el suroeste de Cuba. Esto se debe a que ese tabaco crece en la sombra y es más suave, por lo que es adecuado para envolver los puros para que queden bonitos por fuera”, nos revela Benito el secreto de la elaboración del puro mientras fuma uno entre sus dedos.
Foto del granjero Benito: Miljana Isailović/Nova, RS
Cuando se le pregunta qué influye en la calidad y, en consecuencia, en el precio de los mejores puros, Benito explica que el tabaco es como el vino.
"Cuanto más viejo es el tabaco, más fermenta y mejores son los cigarros". En el caso de los cigarros de calidad "Diplomática", dejamos fermentar las hojas durante tres a cinco años", concluye Benito.
Semillas de tabaco cubano Foto: Miljana Isailović/Nova, rs
Y los nombres de los puros revelan mucho sobre su historia. Los nombres "Monte Cristo" y "Romeo y Julieta" parecen extraños para los productos cubanos. Sin embargo, como explican los cubanos, estos nombres de cítaras no son casuales. Como dicen, liar cigarros era un trabajo aburrido, por lo que a los trabajadores se les ocurrió la idea de pedirle a uno de sus compañeros que les leyera, primero un periódico y luego buena literatura. Las más populares fueron la novela de Alejandro Dumas y la tragedia de Shakespeare, de ahí que estos puros recibieran su nombre, que aún hoy llevan. Los cigarros "Montecristo" fueron hechos famosos por el Che Guevara, mientras que "Romeo y Julieta" fueron fumados por Winston Churchill, por lo que también se les conoce como "tabacos Churchill". "
Traducción No Oficial
(EmbaCubaSerbia)