A los ciudadanos barbadenses se les ha dicho que deben seguir demostrando su aversión por el terrorismo y luchar por la paz. La llamada se produjo cuando la Ministro de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, la Senadora Maxine McClean se dirigió a la ceremonia conmemorativa del 40 aniversario del desastre aéreo de Cubana de Aviación, que se produjo el 6 de octubre de 1976, justo frente a las costas de Barbados. En su intervención en el sitio del monumento conmemorativo en Paynes Bay, St. James, ella dijo a los presentes: "A pesar de unos 40 años han pasado, hasta el día de hoy, el recuerdo de esta tragedia queda grabado en nuestra mente. Como tal, nos motiva a continuar la llamada por la justicia en relación con este asunto".
El accidente se cobró la vida de 73 personas, entre ellas 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco norcoreanos. En referencia a la tragedia como un acontecimiento fundamental en las relaciones entre Barbados y Cuba, la Senadora McClean dijo que siempre establece un vínculo especial e identidad entre las dos naciones.
Añadió que a pesar de esta ceremonia era una ocasión para recordar a las víctimas de la catástrofe, deben también "reconocen y se identifican con las muchas otras vidas inocentes que se pierden a diario en todo el mundo".
"Somos testigos de la destrucción causada por los numerosos actos terroristas contra personas de todo el mundo. Como ciudadanos del mundo y como personas amantes de la paz, hay que seguir para demostrar nuestro rechazo de estos eventos y luchar por el bien y la paz. Nunca debemos vacilar en nuestro respeto por los derechos humanos y los principios democráticos y debemos permanecer firmes en nuestra postura contra el mal del terrorismo ", subrayó la ministra.
La senadora McClean continuó: "Como Barbados celebra nuestro 50 aniversario de la nacionalidad, la tragedia de Cubana sigue siendo el primer y único acto terrorista que ha deteriorado nuestras costas. Vamos a trabajar para garantizar que siga siendo el único. Nos comprometemos a trabajar con nuestros socios locales, regionales y globales para lograr la eliminación final de este tipo de actos.
"Por lo tanto, a pesar de que las probabilidades están a veces en contra nuestra y la injusticia parece ser una montaña demasiado alta para subir, vamos a seguir adelante con optimismo y la esperanza de que, a medida que buscamos lo que es correcto, lo que es justo y lo que es bueno, el futuro de nuestros hijos y nuestro mundo sería uno de conducta ejemplar, el amor de la humanidad y un mundo donde la paz, la seguridad y el respeto mutuo reinado. Por favor, únanse a nosotros en esta digna misión" imploró la Canciller.