Por Sergio Martínez González.
Embajador de la República de Cuba en Antigua y Barbuda.
Desde el año 2022 el 6 de octubre es declarado como el día de CARICOM-CUBA contra el terrorismo, en memoria de las víctimas inocentes de aquel horrible atentado terrorista conocido como “Crimen de Barbados”. Hace hoy 49 años atrás, terroristas a sueldo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del gobierno de EEUU hicieron estallar un avión civil cubano en pleno vuelo, cerca de las costas de Barbados provocando la muerte de sus 73 viajeros (57 cubanos, 11 guyaneses y 5 ciudadanos de la República Popular de Corea). Entre los fallecidos a consecuencia de este brutal acto, se encontraban 24 jóvenes cubanos integrantes del equipo juvenil de esgrima que regresaban a su país y familia llenos de alegría por haber conquistado el título cimero en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte que se había efectuado en Venezuela.
Este horrendo crimen no puede verse como un hecho aislado. Forma parte de una práctica de promoción de acciones violentas y terroristas contra el pueblo cubano que en más de 60 años ha costado la vida de más de 3 mil de sus hijos. Ha sido un componente que ha acompañado siempre la política agresiva de la mayoría de las administraciones en turno en EEUU contra la Revolución cubana. Intentos de asesinato contra los principales líderes de la Revolución, introducción de virus letales, colocación de bombas y otros artefactos explosivos en instalaciones turísticas, son sólo algunos ejemplos de cómo Cuba ha sido víctima del terrorismo de estado practicado desde territorio norteamericano. No se trata de historia pasada para ser contada en libros. En los últimos 5 años en dos ocasiones la Embajada de Cuba en Estados Unidos, ha recibido ataques terroristas de elevada gravedad. En abril del 2020 un tirador vació un cargador de un fusil de asalto contra sus instalaciones y el pasado año, un atacante intentó incinerar a todos los funcionarios y familiares de esa sede diplomática, cuando armado de dos bombas incendiarias de manufactura casera las lanzó contra el inmueble.
Al igual que los autores intelectuales y materiales del horrendo crimen de Barbados quienes tuvieron hasta el final de sus días la protección y amparo del gobierno de EEUU, los ejecutores de los mencionados ataques contra la sede diplomática cubana en Washington, no han sido juzgados y han gozado de total impunidad en suelo estadounidense.
Ante esta innegable verdad, el gobierno de EEUU no tiene ninguna moral y mínima ética para mantener a Cuba en su infame lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, o no colaboran en el enfrentamiento a este flagelo. La inclusión de Cuba en dicha lista sólo busca el objetivo de recrudecer la genocida guerra económica que EEUU desarrolla contra el pueblo cubano desde el propio inicio de su Revolución. Se invoca para amenazar inversores en la economía nacional y se usa como pretexto para sancionar a entidades, barcos, empresas, bancos que desafíen las sanciones contra Cuba.
Acaso no es también terrorismo tratar de privar a todo un pueblo de lo más necesario para la vida, someterlo a las más difíciles condiciones económicas, y de esa forma lograr el sueño imperial de destruir la Revolución cubana, su obra social y ejemplo de solidaridad y humanidad que representa. Es también terrorismo las brutales presiones, amenazas y sanciones que el Gobierno de EEUU ejerce sobre pequeños estados que de forma soberana mantienen por más de 20 años acuerdos de colaboración con Cuba para la prestación de vitales servicios médicos para los pobladores de sus respectivos países, y pone a estos gobiernos en la cruel disyuntiva de aceptar los designios de Washington a expensas de afectar el sagrado derecho a la salud de sus pueblos, o de otra forma, enfrentar las consecuencias de draconianas medidas punitivas.
Los que hoy caminan por los pasillos del Departamento de Estado y la Casa Blanca, son cómplices confesos del brutal genocidio del gobierno de Israel contra el heroico pueblo palestino y del terror que las armas norteamericanas en manos del ejército israelí, provocan hoy en los territorios de Gaza y Cisjordania.
A 49 años del cobarde crimen de Barbados, Cuba mantiene su reclamo de justicia para las víctimas y sus familias de la larga lista de acciones terroristas organizadas y financiadas desde territorio de EEUU. Exige se ponga fin al doble rasero e ilegal inclusión de la mayor de las Antillas en la espuria lista de países terroristas. El pueblo cubano agradece las muestras de solidaridad de un importante número de delegaciones, incluyendo la de Antigua y Barbuda a través de la voz de su Primer Ministro, que durante el reciente segmento de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, defendieron el derecho de Cuba de vivir sin bloqueos económicos y por su exclusión de la llamada lista de países patrocinadores del terrorismo.