El periodismo ecuatoriano, como en diversos puntos del planeta, también ha escrito su historia con sangre. A fines de la década de los años cincuenta, Carlos Bastidas Arguello, joven periodista ecuatoriano, oriundo de la ciudad de Milagro, fue asesinado por la policía cubana mientras se encontraba en Cuba recabando información acerca de la guerrilla del Movimiento 26 de Julio que se enfrentaba por las armas con las fuerzas militares y policiales del dictador Fulgencio Batista. Carlos Bastidas tenía 23 años ese 13 de mayo de 1958, cuando un agente policial lo acribilló en una calle de La Habana.
Bastidas había realizado estudios secundarios en el Colegio Mejía en Quito, luego estudió en los Estados Unidos, enviado por su padre a concluir su formación de comunicador. El joven periodista realizó coberturas internacionales para medios locales, como El Telégrafo, motivado por su interés en temas políticos y sociales. Estuvo en Hungría el año de 1956 durante la revuelta contrarrevolucionaria que buscaba derrocar al régimen socialista, y participó en diversos eventos políticos en América Latina, como el derrocamiento de R. Pinilla en Colombia y en Venezuela el derrocamiento de un dictador local.
En febrero de 1958 Bastidas viajó a Cuba enviado por diario El Telégrafo a realizar la cobertura de la guerra insurreccional librada por la guerrilla comandada por Fidel Castro contra el régimen de Batista. Bastidas ascendió a Sierra Maestra donde entrevistó a Castro, luego participó en emisiones de Radio Rebelde creada por Ernesto Che Guevara como medio oficial de difusión del movimiento guerrillero.
La crónica reseña los hechos: mayo 13 de 1958. El periodista ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello descansa en una habitación del modesto hotel Pasaje. Bajó recién de la Sierra Maestra después de convivir con los barbudos. Ha estado junto a Fidel y otros jefes; conversó con ellos y no pocos combatientes. Ser humano honesto, no se queda en las frases, ni se aferra al ejercicio de su profesión: toma partido y acude esa noche a la cita en el bar Cachet, de Prado entre Virtudes y Neptuno, donde militantes del 26 de Julio le entregarán documentos que hará llegar a exiliados cubanos en Estados Unidos. Hacia allá viajará mañana, pero esa noche es asesinado…
El viaje a los Estados Unidos y luego el retorno a Ecuador de Bastidas nunca se lo realizó. Sus restos reposan en el cementerio de Colón, en La Habana.
En memoria de Carlos Bastidas
Este 13 de mayo la Embajada de Cuba en Ecuador realizó un acto político en memoria de Carlos Bastidas, que tuvo lugar en la sede del Partido Comunista de Ecuador en Quito. Durante el evento Lenin Reyes, dirigente de la Coordinadora Ecuatoriana de Solidaridad con Cuba realizó una reseña del joven periodista Bastidas destacando “su compromiso con las causas populares, en particular la de Cuba, y su decisión de quedarse en la isla luego de tomar una identificación muy clara con la causa revolucionaria”. Reyes destacó el ejemplo de “una persona que se comportó como un revolucionario participando de esa lucha, pese a que el reportaje que realizó Bastidas en Sierra Maestra no llegó a los medios ecuatorianos”, pero estuvo en la publicación de los primeros despachos periodísticos de Radio Rebelde”.
El embajador de Cuba, señor Basilio Gutiérrez, en su intervención puso en contexto la presencia de Carlos Bastidas en Cuba, señalando que su asesinato “ocurre a finales de los años cincuenta cuando había comenzado la lucha por la liberación de Cuba, el 2 de diciembre de 1956. En ese momento en que Bastidas sube a la Sierra Maestra ya había bastante nivel de organización en las fuerzas guerrilleras y es en julio de 1958, dos meses después de su asesinato en mayo de ese año, que es derrotada la contraofensiva militar de Batista. Después de ese acontecimiento salen las dos columnas guerrilleras, comandadas por Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos al resto del país, que finalmente llevaron a la victoria revolucionaria del 1 de enero de 1959. Carlos Bastidas fue el último periodista asesinado en Cuba por motivos políticos”.
Carlos Bastidas se convirtió en un héroe de la Revolución para Cuba. “Él es un referente para su profesión periodística, como un profesional que pone el pellejo en la caldera en aras de hacer justicia. Milagro, su ciudad natal, le debe un monumento a Carlos Bastidas Arguello; nuestro deber es recordarlo, porque nuestros muertos no están olvidados, viven hoy más que nunca en el corazón de la Patria”, concluyó el diplomático cubano.
Tomado de la revista LaPalabraAbierta