Berna, 18 de mayo de 2020
Sr. Laurent Caspary, Redactor Jefe de Actualidad Radio, de Radio Televisión Suiza francófona (RTS)
Estimado Sr. Caspary:
El programa de radio "Tout un monde", transmitido por RTS el pasado 13 de mayo, y el artículo publicado posteriormente en su sitio web, titulado “L'exploitation des brigades médicales cubaines à l'heure du Covid-19”, están llenos de falsedades y calumnias que denigran la labor humanitaria, altruista y solidaria de cientos de médicos cubanos que contribuyen a combatir la pandemia de COVID-19 en 24 países.
También denigran a los más de 400 mil profesionales cubanos de la salud que, a lo largo de 57 años, han prestado sus servicios a millones de personas en más de 160 naciones, principalmente en América Latina y el Caribe, África y Asia, muchas veces en lugares pobres y apartados, donde nunca había llegado la atención médica.
No es cierto que Cuba descuide la atención médica a su población por enviar profesionales a otros países. Cuba tiene uno de los índices más altos del mundo de 9 médicos por cada mil habitantes y una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del planeta: 5 menores de un año fallecidos por cada mil nacidos vivos. Y nuestro país ha enfrentado de manera ejemplar la pandemia de coronavirus, con solo 1872 contagiados y 79 fallecidos, hasta el día de ayer, en una población de 11.2 millones.
También es absolutamente falso que exista una resolución de las Naciones Unidas que condene a Cuba por la supuesta “explotación” de sus médicos. Hay una carta de dos Relatoras especiales del Consejo de Derechos Humanos, en la que solicitan al gobierno cubano sus comentarios sobre “información que hemos recibido en relación con presuntos abusos de derechos humanos sufridos por médicos de Cuba que participan en misiones de internacionalización”, lo que fue oportunamente respondido con datos y argumentos que demuestran irrefutablemente la falsedad de esas acusaciones, formuladas por los mismos que se dedican a denigrar y calumniar la cooperación médica cubana con fines políticos.
En el espacio radial solo se dio cabida a esas personas, entre ellas algunas de las pocas que abandonaron misiones médicas cubanas, alentadas por el programa “Parole” implementado por el gobierno de los Estados Unidos de América para incitar a los médicos cubanos a desertar, cubriendo todos sus gastos para que viajen a ese país.
La campaña propagandística para desacreditar y sabotear la cooperación médica cubana es una más de las líneas de ataque del gobierno de los Estados Unidos de América contra nuestro país, que ha sido intensificada en medio de la pandemia del coronavirus. Tratar de privar a otras naciones de ayuda médica necesaria no solo es inmoral, sino también criminal y totalmente ajeno al respeto por los derechos humanos.
La gran mayoría de nuestros profesionales de la salud cumplen exitosamente sus misiones humanitarias en otros países y regresan a Cuba con la satisfacción y el orgullo de haber ayudado a salvar muchas vidas. RTS tiene una periodista colaboradora en Cuba que pudiera entrevistar a algunos de esos médicos y a sus familiares.
¿Por qué RTS no entrevistó a algunos de los médicos cubanos que hoy están en Lombardía, ayudando al pueblo italiano, tan cerca de Suiza? Afirmar que esos profesionales están allí contra su voluntad, trabajando en condiciones de semiesclavitud y que sus familiares son rehenes del “régimen comunista”, no solo es una vil calumnia, sino una ofensa a la dignidad de esos médicos y del pueblo cubano, que los admira como héroes, por su altruismo, desinterés y vocación humanitaria.
En Cuba la atención médica gratuita y universal es un derecho humano fundamental del que disfrutan todos los cubanos sin excepción y no se concibe como un negocio. Y la solidaridad y el humanismo son principios fundacionales e irrenunciables de la Revolución cubana. Esa es la verdadera razón por la que Cuba ha enviado numerosos médicos a tantos lugares del mundo, principalmente a naciones pobres, y en la mayoría de ellas nuestro país no ha cobrado un centavo por esos servicios.
Cuba no busca reconocimientos con ello, pero la Organización Mundial de la Salud, entre otros organismos internacionales, ha reconocido el valor de la cooperación médica cubana en el enfrentamiento al ébola en África y en situaciones de emergencia en numerosos países, como Haití, Pakistán, Perú, Nepal, México y muchos otros.
Por otra parte, en el programa radial se omitió mencionar el inmenso daño que causa a Cuba, y en particular a su sistema de salud, el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América desde hace casi 60 años, reforzado hasta límites prácticamente insuperables por el actual gobierno de ese país, a pesar de que la gran mayoría de los estados del mundo, durante 28 años consecutivos, han aprobado con su voto resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que demandan poner fin a esa política, y el Secretario General de la ONU, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y otras personalidades relevantes han exigido lo mismo en la actual situación de pandemia mundial, porque impide o dificulta la adquisición de medicamentos, insumos y equipos médicos necesarios.
Cualquier periodista medianamente calificado y objetivo puede verificar fácilmente, con otras fuentes confiables, la veracidad de todo lo que he expuesto hasta aquí y la falsedad de las afirmaciones contenidas en el programa radial y el artículo de RTS.
Espero que, con apego a la objetividad e imparcialidad de que se precia RTS, esta carta sea publicada y que también lo sean las cartas enviadas por mediCuba Suiza y otros ciudadanos suizos justamente indignados por la misma razón.
Atentamente,
Manuel Aguilera de la Paz
Embajador de Cuba
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