Berna, 8 de abril de 2020.- El pasado viernes 3 de abril fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas la Resolución A/RES/74/270 titulada “Solidaridad mundial para luchar contra la enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19)”, que fue propuesta por un grupo de países, entre los que se encuentran Suiza y Liechtenstein.
El texto, que fue adoptado por procedimiento de consenso tácito, constituye un llamado a la unidad, la solidaridad y la cooperación internacional para hacer frente a esta pandemia, que ha causado considerables pérdidas de vidas humanas y tanto sufrimiento.
Cuba figuró entre los estados que co-patrocinaron el proyecto de resolución (https://undocs.org/es/A/74/L.52/Add.1), en línea con la política exterior humanista, altruista y solidaria que caracteriza la Revolución Cubana; la cual se ha puesto de manifiesto desde los inicios del brote de COVID-19 con el envío a disímiles países de brigadas del Contingente Internacional de médicos especializados en situaciones de desastres y graves epidemias “Henry Reeve”, a solicitud de sus gobiernos.
Resulta lamentable que algunas agencias de prensa internacionales, en los últimos días, hayan intentado una vez más empañar la imagen de Cuba difundiendo la falsa noticia de que el país no había apoyado esta resolución y no se había adherido al compromiso internacional refrendado en ella. En esa misma falsa lista incluyeron también a Venezuela, que igualmente copatrocinó y apoyó dicha resolución.
Cuba ha demostrado su total compromiso y solidaridad en esta difícil coyuntura que atraviesa el mundo, no solo aportando de manera desinteresada la experiencia y conocimientos de nuestros médicos en el terreno, sino también acogiendo a buques y aeronaves en situaciones humanitarias que han recibido negativas de otros países de nuestra región, de lo cual no hablan o dicen muy poco los grandes medios internacionales.
Un gran silencio mediático también pretende ocultar los efectos del bloqueo, económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba desde hace casi 60 años, que es particularmente criminal en la actual situación, ya que dificulta o impide que Cuba adquiera los medicamentos, equipos e insumos médicos necesarios para combatir la pandemia. También se pasa por alto, intencionadamente, que por 28 años consecutivos la abrumadora mayoría de la comunidad internacional ha demandado en la Asamblea General de las Naciones Unidas el cese de esta criminal política, mientras Washington hace oídos sordos.
Hoy la humanidad necesita más que nunca unidad, cooperación y solidaridad para vencer la pandemia. Por esa razón, el Secretario General de las Naciones Unidas, otras voces y organizaciones políticas prominentes han demandado el cese de las sanciones económicas contra países como Cuba, Venezuela, Rusia, Irán y la República Popular Democrática de Corea, entre otros, a fin de facilitar el acceso de estos a los recursos necesarios para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Es tiempo de que Estados Unidos, por razones humanitarias y en nombre de la libertad y los derechos humanos que dice defender, escuche este reclamo y ponga fin a las sanciones unilaterales que dañan y provocan sufrimientos a los pueblos.
(EmbaCuba Suiza)