En el marco de la sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el Embajador Ernesto Soberón Guzmán, Representante Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, rindió un emotivo homenaje a las víctimas de aquel devastador conflicto, al tiempo que reafirmó el firme compromiso de nuestro país con la paz, el multilateralismo y la soberanía de los pueblos.
Durante su intervención, el Embajador cubano evocó el enorme costo humano de la guerra y reconoció el papel decisivo del pueblo soviético en la derrota del nazismo, así como el de las fuerzas aliadas y los movimientos de resistencia en todo el mundo. “Ni siquiera el poderío militar más letal puede vencer a un pueblo unido, decidido a mantener en alto la dignidad y la moral”, expresó.
Destacó, además, el aporte del pueblo cubano a la lucha antifascista, subrayando la movilización de solidaridad a través del Frente Nacional Antifascista, la participación de voluntarios en la Guerra Civil Española, y el sacrificio de marineros mercantes cubanos durante la contienda.
El diplomático advirtió sobre los peligros actuales que rememoran las causas del conflicto mundial, como el auge de ideologías extremistas, el uso del poder militar con fines geopolíticos, y la imposición de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional. “Es nuestro deber alzar la voz y defender, a ultranza, la paz y la seguridad internacionales”, declaró.
En este contexto, condenó enérgicamente el genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, calificándolo como una “nueva y repugnante forma de fascismo”. Reiteró su respaldo a una solución justa y duradera al conflicto, basada en la creación de dos Estados, con Jerusalén Oriental como capital del Estado palestino.
Soberón Guzmán también llamó la atención sobre el alarmante aumento del gasto militar mundial, impulsado por la retórica belicista, y reiteró la urgencia del desarme nuclear como condición indispensable para garantizar una paz duradera.
“Globalicemos la unidad, la solidaridad y la cooperación internacional frente al egoísmo, las guerras y los bloqueos”, concluyó el Representante Permanente de Cuba, abogando a su vez por un orden internacional más justo, democrático y equitativo.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.