Intervención del Embajador Pedro Luis Pedroso Cuesta, Representante Permanente de Cuba, en el Debate General del Tema 2: “Actualización oral de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos”. 42º sesión del Consejo de Derechos Humanos, Ginebra, 10 de septiembre de 2019.
Señor Presidente:
Encomiamos los esfuerzos de la Sra. Michelle Bachelet desde su designación como Alta Comisionada para promover el diálogo y la cooperación, y un enfoque equilibrado de todos los derechos humanos.
Ante el avance del unilateralismo, la ruptura de los acuerdos y consensos internacionales y el irrespeto al derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, redoblar la defensa y promoción del multilateralismo es una necesidad y responsabilidad ineludible.
Sr. Presidente:
La entronización de los discursos de odio y supremacistas, el resurgimiento de tendencias neo-fascistas en varios confines, el uso hipócrita y farisaico de los derechos humanos para estigmatizar y derrumbar gobiernos que no se pliegan; mientras se calla escandalosamente las graves violaciones cometidas por poderosos y acólitos, constituyen hoy unos de los principales retos del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas.
En ese contexto, exhortamos a la Alta Comisionada a continuar promoviendo el respeto, la objetividad, el diálogo inclusivo y la cooperación. Reconocemos el su liderazgo en este primer año, y estamos seguros de que su experiencia y voluntad resultarán esenciales en la lucha contra la politización y por hacer prevalecer los principios de objetividad, no selectividad e imparcialidad en el trabajo de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Señor Presidente:
Reiteramos que el tema 2 de la agenda del Consejo debe ser utilizado para discutir la labor realizada por la Alta Comisionada y su Oficina, y no para enjuiciar selectivamente a algunos Estados y avanzar objetivos ajenos a las labores del Consejo.
Cuba ratifica su firme e invariable solidaridad con Venezuela. Condenamos el recrudecimiento de las medidas coercitivas unilaterales, como el bloqueo de miles de millones de dólares en bancos de terceros países y el robo de los ingresos de las ventas de petróleo, entre otras criminales medidas, que provocan graves daños humanitarios y privaciones a su pueblo.
Cuba condena enérgicamente los intentos de magnicidio, los sabotajes terroristas a infraestructuras y a instalaciones de salud, y rechaza las intenciones de algunos de utilizar este órgano y los mecanismos de derechos humanos para promover la continuada guerra no convencional contra Venezuela, con la que Estados Unidos busca justificar una agresión militar a ese país.
Señor Presidente,
Cuba reafirma su compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos, y confirma a la Alta Comisionada nuestro apoyo a su mandato y nuestra firme voluntad de continuar cooperando con sus esfuerzos.
Muchas gracias.