Vivimos en un ámbito internacional marcado por la aplicación cada vez más frecuente de medidas coercitivas unilaterales, que tienen un fuerte impacto humanitario.
El gobierno de los Estados Unidos conoce perfectamente bien el impacto humanitario que el bloqueo tiene sobre el pueblo cubano. Está bien enterado del sufrimiento y la angustia que provoca. No puede ocultar que su objetivo, con plena conciencia, es provocar daño a la población.
Cuba rechaza y condena toda ejecución extrajudicial sumaria o arbitraria. La protección del derecho a la vida, la libertad, la integridad física y moral, la justicia, la seguridad y la paz, constituye una alta prioridad del Estado cubano, lo que se reconoce expresamente en la Constitución de la República.