Señor presidente:
Cuba defiende la objetividad e imparcialidad en las labores del Consejo y se opone a los enfoques discriminatorios y punitivos.
Solo el diálogo respetuoso y la cooperación genuina, sin injerencias, pueden producir resultados tangibles en la promoción y protección de los derechos humanos.
Un debate útil y efectivo sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania y en cualquier otra nación, demanda un ejercicio sin selectividad ni dobles raseros.
Repetir una y otra vez la fallida fórmula de imponer mecanismos parcializados para singularizar a determinadas naciones con propósitos políticos, solo acrecienta la confrontación y exacerba las diferencias entre las partes y en nada contribuye a la paz y la solución de conflictos, ni a la noble causa de los derechos humanos.
Reafirmamos nuestro apoyo a aquellas iniciativas que aboguen por una solución diplomática constructiva, balanceada y realista a la actual crisis en Ucrania, por medios pacíficos, y con la participación de todas las partes involucradas, que garantice la paz, seguridad y soberanía para todos, así como el ejercicio efectivo de los derechos humanos.
Muchas gracias.
