La Embajadora Daylenis Moreno Guerra, Representante Permanente Alterna de Cuba ante las Naciones Unidas, intervino este martes en el 22º período de sesiones del Comité de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur.
La diplomática destacó la necesidad de consolidar nuestras alianzas entre países del Sur, sobre la base de la solidaridad, la complementariedad y el respeto a las prioridades nacionales, cuestión que catalogó de imprescindible en momentos en los que el multilateralismo enfrenta enormes retos.
Subrayó, además, que la Cooperación Sur-Sur constituye una herramienta estratégica para el desarrollo. Al propio tiempo resaltó la invariable vocación de cooperación de Cuba, incluso bajo las más difíciles circunstancias impuestas por el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos. “A pesar de ello, y con nuestros limitados recursos, hemos mantenido y fortalecido nuestros programas de cooperación en sectores clave como la salud, la educación, la formación de capital humano, la ciencia, la tecnología y la respuesta a desastres”, trasladó.
Denunció los ataques del gobierno de Estados Unidos a la cooperación médica que Cuba brinda actualmente con más de 24 000 colaboradores en 56 países, acto que calificó de inmoral por parte de Estados Unidos, quien se retira de la Organización Mundial de la Salud, suspendiendo sus aportes financieros a esa Organización, afectando así el apoyo que la OMS puede brindar a países de África, Asia o América Latina.
“Las actividades de solidaridad de Cuba son plenamente coherentes con los principios de la Cooperación Sur-Sur y las normas internacionales de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). También se basan en acuerdos intergubernamentales entre Cuba y el país receptor, con pleno respeto a la soberanía y los asuntos internos de cada país. De ahí, que resulte inaceptable la feroz ofensiva del Gobierno de EE.UU. contra la cooperación internacional cubana”, expresó Moreno Guerra.
Por otro lado, reiteró el firme respaldo de Cuba al fortalecimiento de la cooperación para el desarrollo y a una arquitectura internacional que reconozca la voz del Sur. Puso énfasis en la necesidad de que la Cooperación Sur-Sur se reconozca como un complemento valioso y no un sustituto de la cooperación Norte-Sur y del compromiso de los países desarrollados con sus responsabilidades históricas.
Al concluir, reafirmó el respaldo de Cuba al mandato y al papel catalizador de la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC).
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.