La delegación cubana, reiteró su posición a favor del establecimiento de una jurisdicción penal internacional imparcial, no selectiva, eficaz, justa, complementaria de los sistemas nacionales de justicia, verdaderamente independiente y, por tanto, exenta de subordinaciones a intereses políticos que puedan desvirtuar su esencia.
El Embajador cubano, afirmó que la prerrogativa del Consejo de Seguridad de remitir situaciones a la Corte confirma una tendencia negativa hacia una política selectiva dirigida a países en desarrollo, en nombre de una supuesta "lucha contra la impunidad". Continuó, manifestando su preocupación por la retirada de algunos miembros del Estatuto de Roma, lo que socava los principios del derecho internacional.
“La Corte Penal Internacional no puede desconocer los Tratados Internacionales y los principios del Derecho Internacional, refrendados por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 23 de mayo de 1969”, agregó.
El diplomático cubano, concluyó, reafirmando la voluntad de Cuba, de luchar contra la impunidad, y mantener su compromiso con la justicia penal internacional, el apego a los principios de transparencia, independencia e imparcialidad y el respeto al Derecho Internacional.
