El diplomático reflexionó sobre como en un mundo crecientemente interconectado e interdependiente, que enfrenta crecientes desafíos al orden multilateral vigente, nunca antes ha sido tan relevante el papel de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo así como la necesidad del multilateralismo; y rechazó las acciones unilaterales, proteccionistas y excluyentes que promueven intereses estrictamente nacionales, en detrimento de las soluciones necesariamente globales y multilaterales a los problemas y desafíos que enfrenta la humanidad.
Enfatizó en el hecho de que la realización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible presupone el reconocimiento y respeto a la diversidad de enfoques, visiones y modelos decididos por cada pueblo, teniendo en cuenta sus diversas circunstancias, capacidades y prioridades nacionales; mientras llamaba a un sistema multilateral transparente, abierto, no discriminatorio e inclusivo, que maximice los beneficios de la globalización al tiempo que minimice sus costos.
González recordó que en el caso de Cuba, sus estrategias de desarrollo se ven limitadas por el injusto y criminal bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, desde hace casi seis décadas. Anotó que ello no ha sido impedimento para que la isla muestre significativos logros en su desarrollo económico y social, gracias al esfuerzo de su pueblo y la cooperación brindada por países hermanos de su región y del mundo; lo cual también demuestra que la cooperación entre las naciones es un elemento para el desarrollo de las mismas.
Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas.