El secretario general de la OEA ha formulado recientes declaraciones en Miami en las que cuestiona al sistema electoral que los cubanos libremente nos hemos dado y ha llamado a desconocer el proceso electoral que estamos desarrollando en estos momentos, en un intento por deslegitimarlo y con el objetivo de alimentar las campañas de la contrarrevolución cubana y sus aliados.
Sin ningún pudor, se hizo acompañar de personajes que apoyan las agresiones contra Cuba, el bloqueo y el terrorismo, representantes de la minoría de la emigración cubana en los Estados Unidos que sueña con derrocar a la Revolución.
Sin embargo, el Secretario General de la OEA guardó silencio cómplice cuando hace pocos días el Secretario de Estado de los Estados Unidos declaró descarnadamente que apoya un golpe militar en Venezuela, y defendió la vigencia la Doctrina Monroe, esquema de intervención y dominación imperialistas sobre América Latina y el Caribe. Tampoco reaccionó cuando un senador de la Florida llamó a un golpe militar contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros.
El Secretario General de la OEA no tiene ninguna credibilidad ni moral, ni ética para juzgar lo que hacen el gobierno y el pueblo cubanos. Demuestra ignorancia sobre la decisión de este valeroso pueblo a ser soberano e independiente.
Rechazamos enérgicamente sus declaraciones injerencistas. Mientras, Cuba seguirá su camino y no se doblegará jamás por mucho que sueñen con ello insensatos y sumisos como el actual Secretario General de la OEA.