Ginebra, 20 de junio de 2025. La delegación de Cuba en el Segmento de Asuntos Humanitarios del Consejo Económico y Social (ECOSOC), que concluyó hoy en la sede ginebrina de las Naciones Unidas, dio enérgica respuesta a manipuladoras y engañosas declaraciones de la delegación de los Estados Unidos respecto al bloqueo económico impuesto contra la Isla.
El representante cubano, Roberto Soto Martínez, denunció los intentos de los representantes estadounidenses de minimizar la severidad y el impacto real del bloqueo en las familias cubanas, alegando supuestas flexibilidades para exportar a Cuba desde los Estados Unidos productos agrícolas, medicinas, dispositivos médicos y otros bienes básicos.
El diplomático cubano refirió que las supuestas “flexibilidades” son, en realidad, ventas en una sola dirección bajo licencias muy estrictas y sujetas a limitaciones extraordinarias, entre ellas la prohibición de que esas transacciones cuenten con créditos o financiamientos de ningún tipo.
Explicó que el permiso solo se otorga para ventas con pagos por adelantando y al contado. Los productos únicamente pueden ser transportados en barcos estadounidenses, que regresan vacíos a sus puertos de origen.
Enfatizó que el gobierno de los Estados Unidos priva a Cuba de los recursos financieros que requiere para realizar importaciones, incluyendo de alimentos o insumos para la industria alimenticia, desde cualquier país del mundo. Hizo igualmente referencia al severo impacto del bloqueo sobre la producción de alimentos en Cuba, al obstaculizar la disponibilidad de combustible, semillas, fertilizantes, piensos, pesticidas y otros insumos.
“Miente también el gobierno de los Estados Unidos al afirmar que el bloqueo no impide el acceso a medicamentos ni equipos médicos”, afirmó Soto Martínez. Al respecto, dijo que la Ley estadounidense de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del 2000, se redactó para que sea prácticamente imposible cualquier transacción con Cuba.
Refirió que, aun cuando Cuba tenga la voluntad de adquirir medicamentos o insumos médicos en los Estados Unidos, que es el mercado más cercano geográficamente, resulta casi imposible que un nacional de los Estados Unidos tenga la disposición de someterse a los condicionamientos establecidos para vender a nuestro país. En términos prácticos, dijo, no es posible para Cuba acceder a equipos médicos, tratamientos y fármacos idóneos procedentes de compañías estadounidenses, que tenemos que adquirir a precios exorbitantes con intermediarios, o sustituir con genéricos de menor eficacia, incluso para los recién nacidos y niños enfermos.
Agregó que el efecto intimidatorio de la persecución por los Estados Unidos contra las transacciones financieras cubanas en el exterior, constituye el principal impedimento para la entrada de insumos médicos a Cuba, en tanto obstaculiza las relaciones comerciales con varios socios y proveedores habituales.
Afirmó que el gobierno de los Estados Unidos está bien enterado del sufrimiento y la angustia que provoca, y de las consecuencias en términos de tratamientos incompletos o demorados, cirugías pospuestas y materiales sanitarios escasos.
Concluyó su respuesta el representante cubano enfatizando: “La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada. No existe acto alguno de Cuba que amenace la independencia de los Estados Unidos o su seguridad nacional, que lacere sus derechos soberanos, interfiera en sus asuntos internos, o que afecte el bienestar de sus ciudadanos. Es inaceptable privar a un pueblo entero del derecho a la paz, a la libre determinación, al desarrollo y al progreso humano”.