Nueva York, 21 de mayo de 2019.Abel Prieto, Presidente de la Sociedad Cultural José Martí y Director de la Oficina del Programa Martiano de Cuba, habló hoy ante Naciones Unidas sobre la defensa de la cultura y la educación como vías para la emancipación del ser humano; y en como ello es quizás una de las misiones más difíciles, más complejas y quijotescas que puedan concebirse en el presente; cuando precisamente existe una industria hegemónica del entretenimiento que funciona como un “sistema educativo” paralelo, no formal, de la niñez y la juventud y establece valores contrarios a todo lo que se propone la AGENDA 2030.
Ante este escenario, la educación y cultura son el mejor antídoto frente a los estereotipos y prejuicios que alimentan la xenofobia, la misoginia, la homofobia, el racismo, las tendencias fascistas, los “grupos de odio, por lo que se necesita de la promoción de políticas gubernamentales que faciliten el doble influjo de una pedagogía que enriquezca y libere y de una cultura auténtica, honda, igualmente emancipadora, aconsejó
Abel Prieto, quien habló ante el Panel “Cultura y Educación, las bases de la sostenibilidad” del “Evento de alto nivel cultura y desarrollo sostenible”, celebrado en las Naciones Unidas; hizo referencia a lo calificó como de poderosas fuerzas supraestatales, cuya expresión es la llamada industria del entretenimiento, para la cual la cultura ha sido reducida a una mercancía vulgar, a un “producto” para vender, para consumir. Esta industria se aproxima a la multiculturalidad solo para venderla, mutilada, como mercancía exótica, sentenció.
Prieto, quien fungiese como Ministro de Cultura de la isla, argumentó que dicha industria exalta el paradigma del “triunfador” como aquel que es capaz de acumular la mayor cantidad de dinero al margen de todo límite ético; promueve la “fama” como algo valioso y deseable en sí mismo, sin importar qué lo motiva; fomenta el racismo, la Ley del Más Fuerte, el uso de la violencia, el crecimiento de los “grupos” y de los “crímenes de odio”, transmitiendo a niños y jóvenes sentimientos de intolerancia que luego vuelcan en sus relaciones del mundo real.
Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas.