Nueva York, 14 de octubre de 2020. Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo, escribía en 1889 José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, en la presentación de su revista La Edad de Oro, dedicada a los niños de Cuba y de América Latina.
Heredera del pensamiento martiano, en la Cuba de hoy, los derechos de los niños, niñas y adolescentes constituyen una prioridad. UNICEF ha destacado los resultados del país en el cuidado de las niñas y niños, en particular el acceso pleno a la cultura, la educación y la salud.
El principio del interés superior del niño está debidamente integrado en la legislación nacional, y constituye una máxima en el ámbito administrativo, educativo, familiar, legal y judicial.
En Cuba, los resultados en salud infantil son palpables, y han sido posibles gracias a la existencia de un sistema de salud de cobertura universal y gratuita, en el que la prevención y la atención a nivel comunitario tienen un peso fundamental.
En 2019, la tasa de mortalidad infantil fue de 5.0 por cada mil nacidos vivos, y se mantuvo por duodécimo año consecutivo con valor igual o menor a esa cifra. La tasa de mortalidad del menor de cinco años, es de 6,6 por 1 000 nacidos vivos y el porcentaje de supervivencia a esa edad es de 99,3 %. El 99.9% de los nacimientos ocurre en instituciones de salud.
Entre 1985 y 2015, solo 85 casos de menores de 19 años han sido diagnosticados con VIH. A finales de 2015, la prevalencia de VIH en este grupo fue de 0,01 %.
En 2015, la OMS certificó a Cuba como el primer país en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita. Los indicadores que acreditan esta certificación se mantienen cumplidos, por lo que, en junio de 2019, la OMS ratificó estos resultados por tercera vez en el período 2015-2019.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas
