
Francisco Huanca Flores. Foto: Cortesía Centro Che Guevara
PABLO
Lo inscribieron como Francisco Huanca Flores, pero para sus compañeros de lucha en Bolivia era simplemente Pablo o Pablito. También era el combatiente más joven de la guerrilla.
De origen boliviano, nació el 17 de septiembre de 1945 en el poblado de Laja, departamento de Oruro. Una vez que concluyó el servicio militar, Francisco comenzó a laborar en las minas de Coro Coro y desde aquí iniciaría su militancia revolucionaria hasta solicitar su ingreso en el Partido Comunista.
Se incorporó a la guerrilla con el grupo de Moisés Guevara, y fue destinado a la vanguardia, donde se destacó por su disciplina y acciones en combate.
«Hablé largamente con Pablito, como todos, está preocupado por la falta de contactos y estima que nuestra tarea fundamental es restablecerlo con la ciudad. Pero se mostró firme y decidido, “de Patria o Muerte” y hasta donde se llegue», escribió el Che en su diario el día 11 de septiembre. Seis días después, anota: «En honor de Pablito se hizo, para este, un poco de arroz, cumple 22 años y es el menor de la guerrilla».
Durante la acción de la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre del 1967, Pablo fue designado por Ernesto Guevara para proteger y guiar a Eustaquio, Chapaco y el Moro, cuya situación de salud resultaba muy delicada. El joven asume la custodia de los enfermos y en los días siguientes marchan por la zona, guiados por el objetivo de llegar al lugar indicado por el Che para reagruparse si se producía una dispersión.
Luego de varios días de marcha, llega con el grupo de sobrevivientes a la confluencia de los ríos Mizque y Grande, donde cayó el 12 de octubre de 1967, en el combate de Cajones. Allí también fallecerían Eustaquio, Chapaco y el Moro.

Lucio Edilberto Galván Hildago. Foto: Cortesía Centro Che Guevara
EUSTAQUIO
Lucio Edilberto Galván Hildago nació en la ciudad de Huancayo, Perú, el 7 de julio de 1937. Llegó a ser miembro del Ejército de Liberación Nacional de Perú (ELNP), hasta su desmantelamiento, y participó además en el alzamiento de Puerto Maldonado.
Al fracasar ese movimiento se suma al grupo de Juan Pablo Chang-Navarro, con el propósito de reanudar la lucha armada en su país. Acepta la propuesta de este último, de incorporarse a la guerrilla boliviana comandada por el Che, e ingresa a la misma —junto con el Negro (Mario Monje Molina) y el Chino (Juan Pablo Chang Navarro)—, el 14 de marzo de 1967.
A partir de ese momento, Eustaquio —porque Lucio asumiría ese nombre durante los meses de combate en Bolivia—, forma parte de la columna del Centro. Allí, cumplirá las funciones de radiotécnico, pues durante su juventud, había seguido un curso por correspondencia de técnico de radio y telegrafista, pero también será un combatiente más.
El 14 de agosto, Che lo evalúa como bueno y apunta en su diario: «Ha demostrado firmeza y disposición para mejorar».
Es uno de los enfermos que, durante la acción de la Quebrada del Yuro, quedan por órdenes del Che bajo el cuidado de Pablo, dado su delicado estado de salud, que le imposibilitaba participar en las acciones.

Octavio de la Concepción de la Pedraja. Foto: Cortesía Centro Che Guevara
MÉDICO Y SOLDADO
Moro, Morogoro, Muganga, el Médico o Tavito. Con todos esos nombres llegaron a conocer a Octavio de la Concepción de la Pedraja desde su ingreso en la guerrilla del Che.
De origen cubano, nació el 16 de octubre de 1935 en La Habana. Matricula la carrera de Medicina en la Universidad de La Habana en el año 1952, pero al cierre de ese recinto por la dictadura militar de Fulgencio Batista regresa junto a su familia en el oriente del país y allí se vincula al movimiento revolucionario 26 de Julio.
En noviembre de 1958 se une al Segundo Frente Oriental Frank País del Ejército Rebelde como auxiliar de cirugía y obtiene el grado de teniente.
Al triunfo de la Revolución es nombrado Jefe de Sanidad Militar en Guantánamo, una de las regiones más pobres y atrasadas del país. Ocupa después distintos puestos a escala nacional, en particular en el sector de la protección materno-infantil y concluye la carrera de Medicina.
Se une al grupo de cubanos que combate en el Congo junto al Che y se destaca como médico y soldado. Con esa misma misión es seleccionado para integrar la guerrilla boliviana. En el último periodo estuvo seriamente enfermo, por eso, el comandante Ernesto Guevara lo encomienda al cuidado de Pablito.

Jaime Arana Campero. Foto: Cortesía Centro Che Guevara
CHAPACO
Jaime Arana Campero (Chapaco o Luis) nació en Tarija, Bolivia, el 31 de octubre de 1938. Desde muy joven se vinculó a actividades políticas, militando en la juventud del Movimiento Nacionalista Revolucionario.
Su afán de superación hace que forme parte del grupo de bolivianos que estudian en Cuba en su especialidad como técnico hidráulico.
Es en ese periodo que decide incorporarse, junto con otros compatriotas, a la preparación guerrillera con el propósito de iniciar la gesta libertaria en el continente. Jaime llega a la zona de operaciones en marzo de 1967 y forma parte del grupo del Centro, participando en las acciones combativas efectuadas en ese periodo.
Al producirse el combate de la Quebrada del Yuro, Chapaco se encontraba, por disposición del Che, dentro de los enfermos que había que evacuar, dado su estado de salud.