De la historia de Cuba: Una ley que garantizó una vivienda digna para cada cubano

La Habana, 21 de noviembre de 2025.  El propósito fundamental de la Ley de Reforma Urbana era entregar la propiedad de las viviendas a las familias que las vivían, prohibir el desahucio y garantizar una vivienda a cada ciudadano, tal y como había prometido Fidel en su histórico alegato La Historia me Absolverá. 

El 14 de octubre de 1960 se concretó de manera formal el Programa del Moncada con la promulgación de la Ley de Reforma Urbana, que ponía fin al al desastroso panorama de insalubridad e inseguridad existente, así como a los desahucios que sufrían miles de familias, sobre todo las más humildes.

De igual forma, en marzo de 1959 la Revolución creó el Instituto Nacional de la Vivienda que inició la construcción de miles de nuevas casas en toda la isla, utilizando como financiamiento los bonos de la lotería cuya recaudación era fuente de enriquecimiento para los gobernantes y funcionarios

Estas acciones permitieron el crecimiento en el número de viviendas, la disminución del hacinamiento, el aumento del fondo habitacional entre las zonas rurales y las capitales provinciales, sobretodo en la manera de valorar la calidad de la vivienda (relacionada con la infraestructura, logística y características medioambientales de su entorno).

No cabe la menor duda, que aquella Ley de Reforma Urbana inició el proceso transformador de la vivienda en nuestro país, uno de los problemas más acuciantes sufridos por la población cubana desde la misma etapa colonial.

 En 1989 La Ley de Reforma Urbana fue sustituida por la Ley General de la Vivienda, que con sus modificaciones a lo largo de estos años ha cumplido con el principio, que el derecho de propiedad personal sobre la vivienda no es ni puede ser mecanismo de enriquecimiento ni de explotación.

Una Revolución que desde su nacimiento, no dejó a nadie atrás. 

 

Fuente: CubAhora (https://cubahora.cu/

 

 

Categoría
Comunidad cubana
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