La Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) y las 105 organizaciones de la sociedad civil asociadas a ella, apoya las negociaciones en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de un instrumento internacional jurídicamente vinculante que prohíba las armas nucleares y conduzca a su total eliminación.
Alcanzar un acuerdo vinculante en esta materia constituiría una demostración de la voluntad política de los Estados en construir un mundo de paz, coherente con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
El lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki por los Estados Unidos, en agosto de 1945, demostró el poder destructivo y devastador del armamento nuclear, así como sus terribles consecuencias ambientales y para la salud humana en los años posteriores. Sin embargo, aún existen más de 15 mil armas nucleares, a pesar de las razones humanitarias, económicas, ambientales y jurídicas en contra del uso de la energía nuclear con fines militares.
La persistencia de las armas nucleares, el desarrollo de nuevas tecnologías y el aumento de su capacidad destructiva, constituyen una de las mayores amenazas a la paz y seguridad internacionales y al bienestar de las futuras generaciones.
Recordamos que la primera resolución de la Asamblea General de la ONU en 1946, perseguía que la energía atómica fuera empleada únicamente con fines pacíficos. A 71 años de ese suceso, el logro del desarme nuclear continúa siendo una imperiosa necesidad para librar a las futuras generaciones de la amenaza del uso de estas armas.
Las organizaciones de la sociedad civil cubana apoyan el derecho de los Estados al uso de la energía atómica con fines pacíficos y a favor del desarrollo sostenible de los pueblos.
Los cuantiosos recursos económicos empleados en la fabricación, modernización, conservación y seguridad de los arsenales nucleares ayudarían a resolver los problemas que hoy en día enfrenta la humanidad, promoverían la cooperación internacional, y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Todos los arsenales nucleares deben ser destruidos de forma irreversible y transparente, cumpliendo todas las normas de seguridad establecidas, que garanticen la preservación del medioambiente y la salud humana.
Exhortamos a todos los Estados a que escuchen la voz de sus pueblos, exigiendo la prohibición y eliminación total de las armas nucleares, a través de un instrumento jurídicamente vinculante y participen de forma constructiva en estas negociaciones.
Las organizaciones de la sociedad civil cubana esperan que estas negociaciones culminen de forma exitosa, con la pronta adopción de un tratado que prohíba las armas nucleares, con vistas a su total eliminación.
La Habana, 14 de junio de 2017