Cuba y la ilegal lista de países que patrocinan el terrorismo
Para designar a un país como patrocinador del terrorismo, la legislación estadounidense exige al secretario de Estado que determine que el Gobierno de dicha nación haya brindado apoyo repetidamente a grupos terroristas. El derecho de designación de quién es terrorista se la atribuye unilateralmente el gobierno de los Estados Unidos y no tiene base en el derecho internacional. Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento del entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017).
La re-inclusión de Cuba en el listado estadounidense en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó la Administración del republicano Donald Trump (2017-2021) antes de dejar el poder como mecanismo de chantaje económico contra Cuba. Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para mantener negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia, en realidad, una justificación injustificada. Por cierto, de conformidad con una orden del presidente colombiano, Gustavo Petro, la Fiscalía General de Colombia suspendió las órdenes de arresto contra 17 comandantes del ELN, incluidos aquellos que había solicitado a Cuba extraditar, dejando de existir de esta manera la justificación del gobierno de Trump.
La Administración de Joe Biden mantiene a Cuba en esa lista a pesar de que la retiró de otro listado, el de países que “no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas” (NFCC, en inglés). Washington y La Habana reanudaron la cooperación policial en 2023, incluso en materia contra el terrorismo, de manera que el Departamento de Estado determinó que continuar con la certificación de Cuba como país que no coopera plenamente “ya no es apropiado”. Es importante destacar que la decisión de excluir a un país de la lista de patrocinadores del terrorismo es competencia del Departamento de Estado de Estados Unidos. El presidente Joe Biden tiene la facultad de revisar esta designación
Sin embargo, según el gobierno americano, se puede cooperar en la lucha contra el terrorismo, pero todavía creemos que hay acciones que se están emprendiendo que apoyan las actividades terroristas”, justificó el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel el cuál no quiso responder a la pregunta sobre qué acciones específicas debe tomar Cuba para ser retirada del ilegal listado de países que promueven el terrorismo, al que fue incluido en 2021 y que comporta una serie de sanciones económicas para la isla.
Estar en la lista de patrocinadores del terrorismo tiene consecuencias significativas para la economía cubana. Algunos de los impactos incluyen:
Restricciones comerciales: Cuba enfrenta sanciones económicas y restricciones comerciales por parte de Estados Unidos. Esto afecta su capacidad para comerciar con otros países y acceder a mercados internacionales.
Inversión extranjera: La inclusión en la lista disuade a inversores extranjeros de hacer negocios en Cuba. Las empresas temen posibles represalias o dificultades financieras al operar en un país sancionado.
Acceso a financiamiento: Las instituciones financieras internacionales pueden ser reacias a proporcionar préstamos o servicios bancarios a Cuba debido a su designación como patrocinador del terrorismo.
Turismo: El turismo es una fuente importante de ingresos para Cuba. Sin embargo, la inclusión en la lista afecta la percepción de seguridad y puede disuadir a los turistas de visitar el país.
Desarrollo tecnológico: Las restricciones pueden dificultar la adquisición de tecnología y equipos avanzados, lo que afecta el desarrollo económico y científico.
En resumen, estar en esta lista limita las oportunidades económicas y afecta la estabilidad financiera de Cuba.
Esta es una parte de la guerra económica que el gobierno de Estados Unidos comenzó en 1963 cuando el presidente Kennedy firmaba de La ley de Comercio con el Enemigo, la cual le otorga al presidente la facultad para restringir el comercio con países «hostiles» a Estados Unidos y la posibilidad de aplicar sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier otro periodo de emergencia nacional, prohibiendo el comercio con el enemigo o aliados del enemigo durante conflictos bélicos. Al momento, Cuba es el único país en el mundo que aún continúa sancionado bajo esta ley.
Esta manera vil de reducirle a Cuba sus recursos financieros y los salarios reales, provocando hambre, desesperación para por este medio derrocar el Gobierno Revolucionario se ha ido sofisticando con el tiempo a través de otras leyes y regulaciones administrativas, como la Ley para la Asistencia Exterior (1961), la Ley para la Administración de las Exportaciones (1979), las Regulaciones para la Administración de las Exportaciones (1979), la Ley Torricelli (1992), y la Ley Helms-Burton (1996) sumándose a este complejo modelo de guerra económica la inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo.
Cubanos por Cuba exige que se saque a Cuba de la ilegal lista de países que patrocinan el terrorismo. No hay legalidad en tal lista y no hay justificación para que Cuba sea incluida en esta. La única explicación para ello es la prolongación de la guerra económica. Exigimos que se elimine la estrategia de tratar de revertir el legítimo proceso cubano por medio de provocar hambre y desesperación. Denunciamos una vez más los estragos que provoca el bloqueo sobre nuestra economía y sobre nuestra población. Cese la injerencia y los intentos de desestabilizar el país usando la guerra económica.
Estocolmo, Suecia
23 de junio de 2024
Cubanos por Cuba en Suecia