c.Moscú 21 de octubre de 2022
Nosotros somos los que en 1962 tuvimos el honor de impedir la agresión planeada de los Estados Unidos de América contra la República de Cuba y así asegurar la existencia pacífica de este pequeño país.
La vida de Cuba se ha visto ensombrecida por el bloqueo económico, financiero y comercial de parte de los Estados Unidos durante más de sesenta años. Los estadounidenses le dieron al bloqueo un carácter extraterritorial. Ejercen presión sobre otros Estados, retorciéndoles los brazos. La Ley Torricelli aprobada en 1992, prohíbe la entrada en puertos estadounidenses por un período de 180 días a los barcos de cualquier país si hicieron escala en puertos cubanos o transportaron mercancías a Cuba. En 1996, los Estados Unidos aprobaron la ley Helms-Burton, destinada a obstaculizar el comercio de Cuba con el resto del mundo y frenar el proceso de la inversión extranjera en Cuba en forma de capital y tecnología.
Todo ello viola los principios de la libertad de comercio, navegación y otras esferas de cooperación con los demás países establecidos por el derecho internacional y las decisiones de Naciones Unidas, y Cuba pierde la posibilidad de adquirir los alimentos, medicamentos y otros bienes vitales para su pueblo.
Durante los años del bloqueo, las pérdidas económicas de Cuba ascendieron a cientos de miles de millones de dólares. Son enormes pérdidas para un país tan pequeño. En Cuba están sufriendo todos los sectores de la economía y esferas de la actividad: el sector financiero, el comercio interior y exterior, la industria, la agricultura y el transporte. El acceso a las tecnologías modernas y los avances científicos se ve obstaculizado. Esta política de los Estados Unidos crea dificultades significativas para el pueblo de Cuba en materia de la nutrición, la salud y la educación.
Nos dirigimos a la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha proclamado los principios de cooperación equitativa entre los Estados, la no injerencia en los asuntos de la jurisdicción interna de los Estados soberanos, renuncia a la amenaza y el uso de la fuerza y el arreglo de controversias por medios pacíficos. Instamos a demostrar la determinación en el levantamiento inmediato del bloqueo económico, financiero y comercial contra la República de Cuba por parte de los Estados Unidos de América.
En 2015 se restablecieron las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Sin embargo, para lograr una verdadera normalización de las relaciones entre estos países, es necesario levantar el bloqueo de Cuba, devolver a Cuba el territorio ilegalmente ocupado de la base naval de Guantánamo, detener las transmisiones de radio y televisión a Cuba que violan su soberanía, limitar los programas destinados a socavar y desestabilizar la situación interna en Cuba y compensar los daños humanitarios y económicos causados a este país por la política de los Estados Unidos.
Respaldamos al pueblo cubano y al Gobierno cubano en su exigencia al gobierno de los Estados Unidos que cumpla con estas condiciones.
Participantes de la sesión solemne
Dedicado al 60º aniversario de la Сrisis de Octubre
