Declaración de solidaridad con Cuba
Nosotros, las organizaciones de la sociedad civil húngara abajo firmantes, expresamos nuestra solidaridad con el pueblo cubano, que lleva más de sesenta años sufriendo las medidas coercitivas unilaterales de los Estados Unidos, que están causando daños imprevisibles a la economía cubana y, en consecuencia, a la sociedad cubana.
Una de las principales justificaciones de estas medidas coercitivas es que «Cuba es patrocinadora del terrorismo». Esto es sencillamente falso.
Cuba no es un patrocinador del terrorismo, es una víctima del terrorismo. Hay una larga lista de actos terroristas que han resultado en la muerte de cubanos inocentes como resultado de ataques que fueron planeados y facilitados en Estados Unidos. Basta pensar en el atentado del vuelo 455 de Cubana de Aviación, en el que murieron setenta y tres personas. Los cerebros de esta sangrienta operación, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, nunca fueron procesados en Estados Unidos por sus acciones y murieron libres en Miami. A los grupos terroristas Alpha 66 y Omega 7 también se les permitió operar sin molestia en Florida durante décadas y llevar a cabo ataques contra Cuba.
Y cuando la inteligencia cubana compartió información sobre terroristas cubanos exiliados con las autoridades estadounidenses en la década de 1990, éstas arrestaron a los agentes de inteligencia cubanos que los investigaban, no a los terroristas.
Pero también podríamos citar ejemplos de ayuda cubana para derrotar dictaduras asesinas como la dictadura de Somoza en Nicaragua o el régimen del apartheid en Sudáfrica. Pero en 2016, Cuba también ayudó a poner fin a más de 50 años de guerra civil en Colombia.
Cuba también ha realizado enormes esfuerzos en las últimas décadas para proporcionar asistencia médica a personas necesitadas en todo el mundo. Los médicos cubanos han acudido en ayuda de las víctimas de muchos desastres naturales, por ejemplo en Pakistán o Haití, los médicos cubanos han luchado contra el Ébola en África Occidental o el COVID en Italia. En los años 90, decenas de miles de niños ucranianos y bielorrusos que enfermaron tras la catástrofe nuclear de Chernóbil recibieron tratamiento médico en el país isleño, y Cuba también trató a los bomberos estadounidenses que sufrieron problemas de salud durante las labores de rescate tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Así pues, lejos de ser un partidario del terrorismo, Cuba está contribuyendo en gran medida a salvar y mejorar vidas. Lo absurdo de la posición de Estados Unidos queda ilustrado por el hecho de que, por primera vez este año, el vecino del norte no incluyó a Cuba en su informe sobre los países que considera que no cooperan en la lucha contra el terrorismo.
Se trata, por supuesto, de un hecho positivo, pero sólo como un primer paso del Gobierno estadounidense hacia el reconocimiento de la realidad.
Esperamos que a este primer paso le sigan rápidamente medidas para retirar a Cuba de la «lista de países que apoyan el terrorismo» y, finalmente, levantar por completo el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a la isla desde hace más de 60 años. Creemos que esto es lo mínimo que esperan todas las personas de buena conciencia.
Nos solidarizamos con Cuba y exigimos el levantamiento inmediato de todas las medidas coercitivas por parte de Estados Unidos.
Budapest, 30 de mayo de 2024.
En nombre del Presidente de la Sociedad Latinoamericana: László Kupi
En nombre de Organizadores por la Izquierda: activista György Droppa
En nombre de ATTAC Hungría: Mátyás Benyik Presidente
En nombre de Resistencia y Antifascistas Húngaros: Vilmos Hanti Presidente
En nombre de la Liga Antifascista Húngara: Tamás Hirschler Presidente
