Los Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del ALBA-TCP reconocen la necesidad de enfrentar unidos los desafíos para alcanzar el desarrollo sostenible, incluidas nuestras vulnerabilidades como países del Caribe.
Nosotros, los Ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas – Tratado de Comercio de los Pueblos, en la decimoquinta reunión de su Consejo Político en La Habana:
Reconocemos la necesidad de enfrentar unidos los desafíos para alcanzar el desarrollo sostenible, incluidas nuestras vulnerabilidades como países del Caribe y en particular como Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y los países de zonas costeras bajas, especialmente en las esferas económica y medioambiental y para construir sociedades más justas y equitativas;
Afirmamos que el Caribe es parte inseparable de Nuestra América y destacamos el papel de la CARICOM en el proceso de integración regional;
Reafirmamos nuestra solidaridad con la República de Haití, país por el que sentimos una histórica deuda de gratitud, y el compromiso de continuar impulsando la cooperación con esa nación, de acuerdo con las prioridades definidas por su gobierno y en pleno respeto a su soberanía;
Hacemos énfasis, como acto de justicia, en la importancia de la reparación e indemnización por los daños ocasionados por el genocidio contra la población nativa y la esclavitud en el Caribe, y en este sentido, respaldamos la labor de la Comisión de Reparaciones de la CARICOM;
Expresamos nuestra profunda preocupación por la inclusión de Estados miembros de la CARICOM en la lista de jurisdicciones no cooperativas de la Unión Europea y hacemos un llamado a reexaminar la lista con base en criterios objetivos y considerando los compromisos implementados por los países, de acuerdo con las normas internacionales reconocidas;
Asimismo, expresamos nuestra profunda preocupación y rechazo a la disminución progresiva de las relaciones de corresponsalía bancaria con los países en desarrollo, en particular los Estados miembros de la CARICOM, debido a las acciones para la disminución del riesgo por parte de algunas de las más grandes corporaciones de la banca internacional, lo cual amenaza la estabilidad financiera de los países afectados y limita sus esfuerzos por alcanzar el desarrollo y el crecimiento socio-económico;
Enfatizamos la prioridad urgente y global que representa el cambio climático y sus implicaciones negativas para nuestras sociedades, ecosistemas y economías. En tal sentido, nos comprometemos a reforzar la cooperación para fomentar una mayor adaptación y mitigación, fortalecer la resiliencia y reducir nuestra vulnerabilidad, en particular de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y los países de zonas costeras bajas;
Ratificamos la necesidad de continuar fortaleciendo la cooperación y el intercambio de experiencias y buenas prácticas en materia de gestión integral del riesgo de desastres en el Caribe
Reiteramos el llamado a revisar y modificar los actuales criterios de “graduación” de los países para recibir la Ayuda Oficial al Desarrollo, de modo que reflejen adecuadamente la realidad y necesidades específicas de los países de renta media altamente endeudados, en particular de los Estados caribeños, e integren las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible incluidas en la Agenda 2030;
Reiteramos nuestro compromiso con la protección y conservación del medio ambiente y el uso sostenible de los recursos naturales de la región, en particular los del Mar Caribe. En ese sentido, expresamos nuestro firme rechazo a la utilización continua del Mar Caribe para el tránsito y trasbordo de material nuclear y de desechos tóxicos y exhortamos a los países que los producen y transportan, a que implementen de manera urgente las medidas pertinentes para poner fin a tales actividades.